Londres

La «sabiduría y la dignidad» triunfan en los Premios Ussía

El pasado año, la fiesta que se celebra anualmente en la sede madrileña de LA RAZÓN terminó con un gol de tacón de Alfredo Di Stéfano, recompensado por su Trayectoria Ejemplar. Los Premios Ussía 2009 prometían una prórroga. Y en su III edición volvieron a tener un sabor netamente futbolístico. ¿El resultado? Victoria por goleada

LA RAZÓN acoge la entrega de los Premios Alfonso Ussía 2010
LA RAZÓN acoge la entrega de los Premios Alfonso Ussía 2010larazon

Una vez más, nuestro diario volvió a congregar al mundo de la política, el deporte, la cultura y la comunicación. Tres años de celebraciones con un triple objetivo: homenajear a nuestro columnista Alfonso Ussía, recompensar los valores que LA RAZÓN defiende a diario en sus páginas y, por último, brindar un año más – el decimosegundo– por la trayectoria de nuestro diario.

«Nunca le estaré lo suficientemente agradecido a este periódico. Me devolvió mi plena libertad, y no padezco rasguño alguno con sus valores y principios», dijo durante la celebración Alfonso Ussía. Así, entre «todas las cosas que tengo que agradecerle, se encuentra la placidez de mi ánimo, estado fundamental para cumplir con optimismo y cierto éxito el periodismo literario y de opinión».

El director del diario, Francisco Marhuenda, fue el encargado de dar la bienvenida a los invitados. «Es un acto especialmente grato, que reconoce los valores que engarzan el papel de un medio de comunicación: la defensa de valores y principios», afirmó. «Se reconocen cuestiones muy importantes: el esfuerzo de un estudiante, el héroe del año, la trayectoria ejemplar y al personaje del año, hoy Vicente del Bosque, un premio que en realidad es para toda la Selección Española», añadió el director de LA RAZÓN.

A continuación tomó la palabra Alfonso Ussía, que nada más comenzar saludó al que, aventuró, será «futuro señor presidente» –«si no hay una catástrofe», apostilló–, Mariano Rajoy, encargado de entregar el premio a Del Bosque.

El columnista cedió la palabra a Francisco Javier Larrea Pascal, secretario general del ESIC, que entregó el Premio al Estudiante del Año a Carlos Lledó, valenciano de 18 años que consiguió una proeza: sacar un 10 de media en Bachillerato y en las pruebas de acceso a la universidad. «Alégrate, Carlos, de que la cronología y el lugar de nacimiento no te hayan hecho coincidir conmigo en clase. Más de una envidiosa patada en la espinilla te habrías llevado», bromeó el escritor, que prosiguió: «No te abrumes si en la carrera te ponen en cualquier asignatura un nueve. Serás un ingeniero formidable».

El papel de héroe del año estaba reservado para Joaquín López. Poniendo en riesgo su vida, logró rescatar a dos jóvenes que a punto estuvieron de morir ahogados durante una riada que jamás olvidarán en Córdoba. Le hizo entrega del premio Ángeles Pedraza, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).

«Te mereces mucho más»

«Como todos los héroes de verdad, Joaquín apenas le concede importancia a su acción», dijo Ussía. «Una acción gracias a la cual, dos jóvenes han vuelto a nacer. Te mereces muchísimo más que este premio». El columnista también dedicó unas palabras a Pedraza. De hecho, le hizo una petición a la AVT: «Que procure reunir de nuevo a todas las víctimas para que su fuerza resista y triunfe sobre los tibios, los cobardes y los perversos. El triunfo de las víctimas del terrorismo es el de todos los españoles de buena voluntad».

Posteriormente llegó uno de los instantes más esperados: el Premio al Personaje del Año. Con la misma serenidad con la que celebró el triunfo de la Selección en Suráfrica, Vicente del Bosque recibió la estatuilla de manos del presidente del PP, Mariano Rajoy. Y llegó con la Copa del Mundo en mano, «esa rubia maravillosa» en palabras de Ussía, una vez que había comenzado el acto. Su retraso fue recibido con aplausos.

«Ha reunido a toda España en torno a una ilusión», comenzó Ussía, que enumeró las cualidades del salmantino. Primero como jugador, de gran «naturalidad, clase y sencillez», y que, «cuando metía un gol, no hacía las tonterías que hacen ahora los futbolistas». Después, como entrenador, recordó su despido del Real Madrid. «De haberse llamado Vincent, apellidado Forest y haber nacido en Londres, seguiría siendo el entrenador», afirmó. Para Ussía, Del Bosque representa «la elegancia y generosidad de los grandes frente al afán de notoriedad de los pequeños». «Lleva la mirada alta de la decencia y la sabiduría», aseguró.

De hecho, consideró que «en España es un héroe, el español del año, el aglutinador de ilusiones, el hacedor de imposibles y el seductor de la "rubia"». En definitiva, «un representante de la dignidad y la decencia».

El arte sobre el escenario lo puso María Dolores Pradera, última galardonada en la ceremonia. Ussía y el presidente de LA RAZÓN, Mauricio Casals, entregaron a la artista, considerada la «dama de la canción», el Premio a la Trayectoria Ejemplar.

Como reconoció él mismo, Ussía se «autoplagió» para referirse a la artista. Concretamente, se refirió al artículo que la dedicó en su libro «Mujeres del Reino». «Cuando canta, elimina toda sobreactuación, afectación o exageración. Es el colmo de la naturalidad y el señorío», dijo el escritor, que añadió: «Nadie ha cantado con tanta profundidad, belleza, elegancia y durante tanto tiempo». Así, destacó su labor tanto en la música suramericana como en el folclore español. «Sobre el escenario es un junco elegante, una caña de azúcar amparada en una toquilla negra».

Finalmente, con un verso en idioma cururú, lengua inventada por el escritor y Antonio Mingote, Ussía se despidió de los presentes. Hasta el año que viene.