Disturbios

Los otros acampados

Acampar en la calle se convierte en la forma más rápida y fácil de protesta contra cualquier injusticia. El Palacio de la Moncloa o la Cuesta de Moyano son algunos de los sitios donde hay otros «indignados»

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MADRID- Actualmente, instalar un campamento en plena urbe está a la orden del día. Para convocar una manifestación hay que pedir permiso por escrito con 10 días de antelación. En cambio, una acampada de forma espontánea no necesita la autorización de la Comunidad, por lo que es la forma más fácil y rápida de protestar contra alguna injusticia. Pero los «indignados» de Sol no son los primeros que inventan un campamento en la ciudad de Madrid. Cierto es que tras el movimiento 15-M han proliferado las acampadas como forma de protesta. Tras el exitoso hashtag de #acampadasol, distintos colectivos se organizaron en las redes sociales, como los aficionados colchoneros que, además de la protesta del miércoles en el Calderón, han previsto una «acampada» para hoy a las 19:00 horas. Su lucha es contra la directiva del club rojiblanco y el «robo» al que creen que están siendo sometidos, para cuyo momento se crearon los hashtag #acampadacalderón y #dilesquesevayan.
No obstante, sus protestas no son comparables a las de la mayoría de personas que acampan en diferentes puntos de la capital. Hay veteranos de esta práctica que no tienen tanta repercusión mediática o no hacen tanto ruido, pero siguen ahí acampados para conseguir alguna de sus reivindicaciones. Incluso viajan desde otros puntos de España para instalarse en el Palacio de la Moncloa, donde piden empleo a Zapatero y exigen mejoras en la calidad de vida de los españoles.