La Ciudad de la Justicia vuelve a ser víctima de los «vaivenes» socialistas

SEVILLA- Trece años y siete consejeros han pasado desde que empezó a hablarse de la Ciudad de la Justicia y, desde entonces hasta ahora, este proyecto viene sufriendo los «efectos colaterales» de las crisis de gobierno en la Junta de Andalucía. La fulminante dimisión de Luis Pizarro como responsable de este departamento autonómico y su rápida sustitución en el cargo por Francisco Menacho demuestra, una vez más, que la consecución de unas instalaciones dignas para los servicios judiciales en la mismísima capital andaluza dependen, y mucho, de las crisis y «vaivenes» políticos en el PSOE regional.

En su nombramiento oficial, el presidente autonómico, José Antonio Griñán, solicitó ayer al nuevo consejero de Justicia y Gobernación que desarrolle «con urgencia» las sedes pendientes en todas las provincias andaluzas, a excepción de Málaga y Almería. En respuesta, Francisco Menacho garantizó únicamente «trabajo» para sacar adelante estos proyectos, sin citar tampoco de manera expresa el complejo sevillano.

Compromisos
El ahora dimisionario Pizarro se comprometió personalmente a impulsar la Ciudad de la Justicia, calificándola de «prioridad». El ex consejero escenificó su interés recuperando un proyecto ideado por la ex consejera Evangelina Naranjo y desterrado después por su sucesora María José López: el inicio del complejo judicial en los terrenos de Los Gordales que son de titularidad municipal y no están afectados por el recurso de Patrimonio del Estado contra el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) por la edificabilidad otorgada a sus suelos.

Entonces, Pizarro admitió que el retraso de esta iniciativa se debió a cuestiones meramente políticas y de gestión de los anteriores consejeros de Justicia. Desde finales de los 90 y durante la siguiente década, se priorizó la Ciudad de la Justicia de Málaga, se eligió Los Gordales para el complejo hispalense y comenzó el conflicto con el Estado que paralizó la preparación urbanística de los terrenos. En 2008, María José López cambió la ubicación de la futura sede a la zona portuaria del Batán y en 2009, Begoña Álvarez recondujo su desarrollo hacia la parcela que actualmente ocupa la Feria de Abril sin más avances significativos.

Problemas
Ahora, las propias cuitas internas de Luis Pizarro en el PSOE paralizan el «impulso definitivo a la materialización» de la Ciudad de la Justicia sevillana que había proclamado él mismo. Hace ya casi un mes que su departamento formalizó ante el Ayuntamiento la solicitud para la cesión a la Junta de una parcela de 7.233 metros cuadrados de su titularidad donde construir los dos primeros edificios –con 86.188 metros de superficie en total–.

Poco se ha avanzado desde entonces y la entrada en escena de otro consejero augura más retrasos en una actuación cuyas primeras obras ni siquiera se esperaban para el próximo año.

Francisco Menacho tendrá que familiarizarse y ratificar los últimos movimientos de su antecesor, aunque todo indica que, como mínimo, se mantendrá el modelo de financiación público-privada pensado para Córdoba en la construcción de la ciudad judicial sevillana, y de Jaén, Cádiz, Huelva, Algeciras, Jerez, Marbella y Fuengirola. Ésta es, al menos, la fórmula marcada por el actual presidente andaluz.