ANÁLISIS: A quién prefiere el Partido Republicano por Pedro Roig

l ¿Cuál será la importancia de los cubano americanos en las primarias del Partido Republicano?
–Puede ser determinante, sobre todo porque su presencia en las urnas es altísima. Si el promedio de participación del norteamericano está en torno al 50%, en el caso del cubano americano es del 65%, y en algunos casos hasta del 80%. Durante los últimos tiempos hemos detectado una tendencia de los ciudanos americanos de origen cubano a inscribirse como independientes. ¿La razón? Quizás cierto tipo de escepticismo con los partidos políticos tradicionales, el republicano y el demócrata. El voto republicano cubano es muy fuerte. El «tsunami» de Obama en las presidenciales de 2008 arrastró en todo el país y también en Florida. Sin embargo, en tres distritos de este estado donde los cubanos son muy fuertes, los republicanos ganaron.

l ¿Cuál es el candidato que atrae más a los votantes republicanos?
–En esta coyuntura, el que pueda derrotar a Obama en las elecciones del 6 de noviembre. El otro elemento que puede ser clave es la propuesta del aspirante para resolver la crisis y su modelo de gestión. Mitt Romney es el que más puede atraer el voto independiente, que es el voto clave para ganar unas elecciones. El tercer factor es el carácter del candidato. En estos momentos Newt Gingrich se ha hecho muy atractivo. Lo que ocurrió en Carolina del Sur no se había visto en Estados Unidos. El e presidente de la Cámara de Representantes venía de estar siete puntos por debajo en las encuestas y ganó por 22. Eso explica lo volátil y frágil que es la intención de voto.

l ¿A quién prefiere el partido?
–Si Romney gana en Florida, irá subido en la cresta de la ola al resto de estados, incluido Texas, que será importantísimo. Si es Gingrich el que triunfa en Florida, la gran pregunta que nos haremos es si podrá ganar a Obama en las presidenciales. Es una incógnita. Por eso la maquinaria del Partido Republicanos prefiere a Romney; es mucho más atractivo. Éste es un país profundamente dividido, pero siempre hay un 8% que decide la elección. El voto favorable de Obama es del 44%, pero el voto desfavorable está rondando el 50%. El presidente demócrata podría superar este problema si el candidato finalmente es Gingrich, porque quizás no obtendría el apoyo de ese 8% de indecisos.

l ¿Se avecina una campaña electoral dura?
–Se calcula que se gastarán más de 2.000 millones de dólares en estas elecciones presidenciales. Serán, sin duda, las más negativas y sucias. Hace un año, el Tribunal Supremo permitió la creación de los Super PAC, comités de acción política que pueden recaudar dinero de forma ilimitada al margen de la campaña del candidato. Con ese dinero se pueden hacer campañas muy negativas, y lo van a hacer. Estamos entrando en territorios delicados.

Pedro Roig
Instituto de Estudios Cubanos de la Universidad de Miami