El veredicto de Bruselas

La Comisión Europea señaló ayer con el dedo a los gobiernos autonómicos como culpables de que España no vaya a poder, según sus previsiones, cumplir los objetivos de déficit para este año y el siguiente, si no se realizan nuevos ajustes. Los datos que maneja apuntan – si se mantuviera la política actual– a una recesión mayor de la que se preveía a comienzos de año, pasando de un recorte del 1% al 1,7% del Producto Interior Bruto este año, que eleva inexorablemente la cifra de déficit al 6,4%. La recuperación tendrá que esperar hasta después del primer trimestre de 2013, cuando una tímida reactivación permitiría cerrar el año en un decrecimiento de tres décimas, insuficiente para mejorar las cifras de déficit, que se quedarían en el 6,3%.

Estos datos se quedan muy lejos de lo pactado por el Gobierno con sus socios europeos en la hoja de ruta de recorte del déficit en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que preveía cerrar este año con un 5,3% y alcanzar el objetivo del 3% en 2013.

A pesar de todo, «la Comisión tiene total confianza en la determinación del Gobierno español de cumplir el objetivo fiscal», manifestó en rueda de prensa el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn. «Para España, la clave para restaurar la confianza y el crecimiento es abordar los retos fiscales y financieros inmediatos con plena determinación», declaró en la presentación de las previsiones en rueda de prensa, donde insistió en que todo ello obliga a «un control firme para limitar el gasto excesivo de los gobiernos regionales».

Rehn recalcó que estos cálculos no tienen en cuenta cambios de política que se puedan producir en el futuro, tales como las restricciones presupuestarias de las comunidades autónomas, que aún no ha sido remitidas a Bruselas. No obstante, confió en que la nueva ley de estabilidad presupuestaria minimice el riesgo de déficit excesivo y celebró que, a diferencia de los gobiernos regionales, la administración central «se ajusta bastante a las previsiones». Asimismo, el comisario apuntó como origen de problemas el déficit que sufrirá la Seguridad Social este año, debido al lastre del desempleo.

El escenario que pinta Bruselas sobre el empleo también es malo: 24,4 por ciento este año y 25,1% el próximo, lo que supone de nuevo las cifras más altas de la UE.

En cuanto al consumo privado se espera que sea muy débil en 2012, debido al «persistentemente elevado» desempleo que sigue creciendo, la gran deuda de los hogares y la restricción de crédito. Con todo ello, se espera que el capital disponible de los hogares se deteriore debido a la destrucción de empleo, el lento crecimiento de los salarios y el aumento de impuestos sobre la renta.

El próximo 30 de mayo, la Comisión presentará sus recomendaciones por países y, una vez conozca el programa de estabilidad de España y las medidas extra que necesita para cumplir con sus objetivos de déficit, los ajustes de las autonomías y la reforma del sistema financiero decidirá si reclama nuevos recortes y/o si aplaza un año el objetivo de déficit hasta el 3%.

Bruselas tampoco esconde su preocupación por el sector bancario. "El Sistema financiero español en su conjunto sigue siendo vulnerable a las tensiones en los mercados, dada su gran exposición a la problemática real y los activos de la construcción, una perspectiva económica débil y las grandes necesidades de refinanciación", señala el texto de la Comisión.

Un desvío de 17.597 millones en 2011
Las comunidades autónomas despidieron el año pasado con un déficit del 1,64% del PIB, lo que equivale a unos 17.597 millones de euros, lo que equivale al 19,3% del total de España en 2011 –91.344 millones, el 8,51% del PIB–. A la cabeza se situó Castilla-La Mancha, con un desvío del 7,3% de su PIB regional, seguida de Extremadura (4,59%) y Murcia (4,33%). El objetivo de estabilidad presupuestaria estaba fijado en el 1,5% del PIB, un nivel que sólo respetó Madrid.