Crisis del PSOE
Espías en Callao
Ahora resulta que sí había espías en Madrid pero no estaban a las ordenes de Francisco Granados, eran agentes al servicio secreto de su Majestad Tomás Gómez. El líder del PSM camina en el alambre de una dirección nacional que no le quiere y una dirección regional a la antigua usanza. Pero cuando uno hace de equilibrista debe tener las manos para sujetar la barra o para hacer contrapeso, no para llevar una metralleta y disparar a discreción. Así puede que caigan los enemigos pero también los afines. La candidatura debe ser para el que se la trabaja: ahora, hace un año y dentro de un mes. El que se lo ha currado ha sido Gómez y debe ser el candidato. Luego los madrileños pondrán a cada uno en su sitio y si se tiene que estrellar, que se estrelle. Lo que pasa es que la calculadora de Ferraz es otra bien distinta. Quieren ganar en 300 días lo que no han podido ganar en 15 anos. Y las historias con paracaidistas ya sabemos como acaban: con el paracaídas en el suelo y el pájaro volando.
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