Establecido el caos por César Alcalá

Era la crónica de una decisión anunciada. El president Mas ha convocado elecciones el 25 de noviembre. Ha sido ecuánime con lo que ha ido manifestando desde su entrevista con Rajoy. También con todo lo dicho antes y después del 11 de septiembre. Uno tiene que ser coherente con sus ideas y, hay que reconocerlo, Mas lo ha sido.
Aunque nos ha querido vender que vivimos un momento excepcional, la realidad es otra. Es lógico que ahora se nos quieran vender cosas inciertas, aunque la realidad es otra. Y es que las prisas nunca han sido elegantes y el problema de Cataluña no depende de su independencia.
Mas podía haber convocado un referéndum, peor tenía miedo que le pasara lo mismo que a Ibarretxe. Con las elecciones no tiene la reelección asegurada. La crisis económica y los recortes practicados por la Generalitat han hecho mella en la sociedad. Estas decisiones, necesarias, le pasarán factura. Es más, los datos que baraja CiU no les dan la mayoría. Es más, perderían votantes.
A partir de ahora nos vemos inmersos en un totum revolutum independista. Es la única fuerza de Mas para continuar, gracias a la inercia, en el cargo. Mientras tanto, en Cataluña las cosas continuaran igual o peor. No se han resuelto temas importantes para los ciudadanos y se han centrado en quimeras. En vez de arreglar la situación, lo único que han conseguido es abocar Cataluña en el caos.