Puertos del Estado

Controlador

La Razón
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No podremos olvidar la alarma que para la posteridad nos ha dejado sembrada el Gobierno presidido por Zapatero y controlado por Rubalcaba. Veinticuatro horas antes de la intolerable desbandada en las torres de control, los militares ya estaban avisados. Así se lo han contado los uniformados a los controladores civiles. Fomento reguló en febrero las horas de trabajo de los controladores pero echaron mal la cuenta. Había riesgo de quedarse sin personal a mediados de diciembre. Por eso no hubo contemplaciones para aprobar el decreto al comienzo de un período de vacaciones. El partido lo tenían ganado de antemano. Un puente y un colectivo con un salario envidiable. Un par de golosinas. Un balón botando y a puerta vacía. Poca cosa para profesionales como Rubalcaba y Blanco. Los controladores eran presa barata en el mercado de la opinión pública. El puñetazo en la mesa siempre ha gustado mucho en España. El PP no hubiera querido ni podido porque no tienen al controlador. Un Gobierno del PP hubiera vuelto a subirles el sueldo como en 1999 para quitarse el problema. Ni alarma ni nada. No lo hicieron después de la matanza de los trenes en 2004. Tampoco la policía disolvió las manifestaciones ilegales frente a las sedes del PP. Entonces apareció Rubalcaba megáfono en mano. Ahora le ha bastado con tocar el cornetín para controlar también el cielo.