Barcelona

Mas el president con rumbo a la independencia

Su voto a favor de la secesión simboliza la «transición nacional» que impulsa

Las «estelades», las banderas independentistas, fueron muy frecuentes en los actos de la última campaña electoral de Artur Mas
Las «estelades», las banderas independentistas, fueron muy frecuentes en los actos de la última campaña electoral de Artur Maslarazon

BARCELONA- Hay una fecha atornillada en la memoria de Artur Mas, la del 10 de julio del año 2010. Aquel día miles de catalanes se echaron a las calles del centro de Barcelona para protestar contra la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut. «Somos una nación, nosotros decidimos», se leía en la cabecera de la marcha. Cinco meses después de aquella manifestación, Mas solemnizaba en su sesión de investidura como presidente de la Generalitat el rumbo que pensaba imponer.

«España debe entender que Cataluña y el pueblo catalán no desfallecerán, como no han hecho a lo largo de la historia, en la defensa de su autogobierno y sus libertades. Nos hace falta, por tanto, forjar nuestro propio camino de futuro; nos hace falta cambiar y comenzar un nuevo camino. Hay que decir que el nuevo camino lo marcó el pueblo de Cataluña en la manifestación del 10 de julio», explicó en el Parlament a modo de introducción. Y, dicho esto, proclamó el inicio de una nueva era en la historia catalana: «Igual que España hizo su transición democrática una vez acabada la dictadura franquista, Cataluña debe encarar su propia transición nacional».

Adiós a la pedagogía
«El derecho a decidir» de los catalanes es el fundamento de la transición soñada por Mas. El presidente de la Generalitat tiene entre ceja y ceja que Cataluña se parezca más cada día a un Estado y para eso quiere lograr un mayor control sobre todo. Sobre los impuestos, sobre las infraestructuras, sobre la seguridad, sobre la política exterior... No piensa perder un minuto en hacer pedagogía en el resto de España sobre las razones de ser del catalanismo, simplemente quiere multiplicar el autogobierno catalán.

El líder de CiU acostumbra a decir que no se pueden poner límites a la voluntad de ser de los catalanes. Es muy consciente de que la convocatoria de un referéndum sobre la independencia de Cataluña dividiría ahora a la sociedad y, por eso, se niega a asumir los planes de ERC para iniciar un proceso de secesión sin mayor espera.

Ante la evidencia de que el Estado catalán no es el deseo de una amplia mayoría sociológica, Mas propone una penúltima estación, la de una Cataluña con una imponente soberanía fiscal. Aspira a conseguir un pacto similar al que tienen el País Vasco y Navarra; ése será su empeño después de las elecciones generales de 2012.

Entretanto, el presidente de la Generalitat gesticula el inicio de la nueva era, de la transición nacional. A punto de cumplir sus primeros 100 días al frente del gobierno catalán, Mas ya se ha mostrado como el presidente más identificado con las tesis soberanistas de la historia catalana desde la restauración de la democracia. El pasado jueves, depositó su voto por anticipado a favor de la independencia de Cataluña en la consulta secesionista que se celebrará en Barcelona el 10 de abril. Es una suerte de referéndum sin validez legal alguna, no vinculante, igual que los que se han celebrado durante los últimos meses en muchos municipios catalanes. Pero Mas quiso apoyarlo porque la transición está en marcha.


Del brazo de los soberanistas
- «Por primera vez en la historia habrá un debate sobre la independencia de la nación catalana en el Parlament», dijo, eufórico, Uriel Bertran, uno de los tres diputados que le quedan a Solidaritat Catalana tras el abandono de Joan Laporta. Bertran se pronunció así después de que la Mesa del Parlament, con mayoría de CiU, admitiera a trámite una proposición para declarar la independencia. La iniciativa no prosperará, pero CiU no quiso frenarla de entrada.
- Solidaritat también logró el apoyo de CiU para aprobar una moción el pasado marzo que declara «irrenunciable» el derecho a la autodeterminación. La misma moción expresó su apoyo a la consulta soberanista del 10 de abril.