Desafío proetarra en Barcelona y Bilbao

Los proetarras se salieron ayer con la suya en Barcelona y Bilbao. A pesar de que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno prohibió la manifestación organizada por el colectivo Rescat para apoyar a los presos políticos catalanes vinculados a ETA en la Diada de Cataluña, así como la convocada por Eusko Alkartasuna y Aralar en Bilbao, finalmente, sí hubo homenaje.

Mientras los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona impedían con su presencia que los simpatizantes proetarras tomaran el paseo barcelonés del Born, donde estaba previsto el acto, varias pancartas fueron desplegadas a escasos metros, en el Fossar de les Moreres (punto habitual de encuentro de los independentistas). El mensaje del colectivo Rescat quedó claro: «Ningún tribunal frena la solidaridad», aseguraba uno de los carteles. Otro, colgado de una pared en el mismo Fossar, decía «Marina y Lola... Os queremos en casa», en alusión a Marina Bernardó, en prisión por colaborar con ETA, y Lola López, encarcelada por pertenecer al comando Barcelona y haber participado en dos asesinatos.

También Bilbao fue testigo del desafío de los proetarras a la decisión del magistrado de la Audiencia Nacional. En torno a las cinco de la tarde, centenares de personas se fueron agolpando en las cercanías del lugar desde el que tenía previsto partir la manifestación prohibida, vigilados permanentemente por el helicóptero de la Ertzaintza y varias dotaciones de la Policía vasca. Entre los presentes figuraba uno los convocantes, el ex consejero del Gobierno Vasco y miembro de Eusko Alkartasuna Sabin Intxaurraga, así como el ex líder de EA Unai Ziarreta o la dirigente de Aralar Begoña Campo, entre otros.

Gritos a favor de los presos
Dos minutos antes de la hora prevista para la manifestación, a las 17:15, este grupo se puso en marcha a través de la Gran Vía bilbaína siendo seguidos por muchos de los presentes, de forma más o menos desperdigada. Durante el trayecto, bajo la vigilancia de varios furgones policiales, el grupo se fue compactando. Pero la calma se rompió cuando los presentes comenzaron a corear lemas a favor de los presos, la independencia y la libertad de expresión.

La tensión creció hasta que los participantes comenzaron a silvar y a aplaudir cuando pasaba un grupo de furgonetas de la Ertzaintza. Durante esos momentos de tensión un hombre fue detenido e identificado por gritar a los agentes, siendo puesto en libertad posteriormente