Comunidad de Madrid
Abrevaderos accesibles a la pequeña fauna
Seguir los antiguos caminos ganaderos, saltando una y otra vez los arroyos, es la propuesta de la tercera salida de Trashumad 2010. La próxima cita, el 2 de octubre, supone una oportunidad para admirar los primeros tonos del otoño
Los abrevaderos de la Sierra de Madrid reflejan el mapa de la biodiversidad de la Comunidad. Punto de reunión de las reses que pastan en los campos y de refresco para el paseante, son, desde la rehabilitación de algunos de ellos, zona de protección para muchos anfibios de la región. «Son puntos de agua muy interesantes. Se ha incorporado una rampita para que puedan alcanzar el agua las ranas y los sapos que se acerquen», explica José Alberto Millán, jefe de área de vías pecurias de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio. Además, son sólo uno de los encantos que podrán disfrutar los 1.000 participantes de la tercera ruta por la Sagra madrileña de la edición Trashumad 2010, que propone cuatro recorridos por algunas de las 1.796 vías pecuarias madrileñas.
La extensa ruta de 45 kilómetros partirá, el próximo sábado, 2 de octubre, a las 9:00 de la mañana desde las afueras de Tres Cantos y recorrerá, en etapas de alrededor de 10 km, Colmenar Viejo, Manzanares el Real, el Boalo-Cerceda-Mataelpino, Becerril de la Sierra y Navacerrada. En cada uno de estos núcleos urbanos, los caminantes podrán descansar, refrescarse, comer algo y, si el cuerpo lo pide, abandonar el grupo, ya que el camino no es abrupto pero sí largo. Y mucho.
Los organizadores, unas 30 o 40 personas entre voluntarios y personal de la Comunidad de Madrid, calculan que la duración del trayecto será de unas nueve horas, los más lentos, y tan sólo cinco, los rápidos. Porque, aunque parezca raro, hay gente que ya ha anunciado su intención de hacer la ruta corriendo. «Muchas veces crees que vas a terminar y no puedes. Tanto el tiempo que hará, como las molestias y lesiones son una incógnita», detalla Millán. Por si acaso, la marcha está preparada con una ambulancia y un quad para transportar a un posible herido por los agrestes caminos.
Interés cultural
Son casi 50 kilómetros para contemplar los primeros tonos del otoño, mientras se recorre parte del trazado del Camino de Santiago desde Madrid, decorado con sus mojones con la concha. Un añadido más para quienes no han podido acercarse este año santo a saludar al apóstol. Los primeros 12 kilómetros discurrirán paralelos a la M-607 entre Tres Cantos y Colmenar Viejo, serpenteando por el arroyo Tejada y las praderas de pasto, mientras fresnos cerca del río y encinas en las zonas secas se alternan hasta quince veces. Las mismas que cruzarán los paseantes en un sentido u otro este afluente del Manzanares.
Una vez superado Colmenar, la senda se acerca poco a poco a la Cuenca Alta del Manzanares, siguiendo una calleja pedregosa, vía de paso del ganado, hasta uno de los importantes enclaves culturales de la Sierra: el puente Medieval que cruza la garganta del Manzanares. De ahí, y dejando atrás los paisajes de La Pedriza y el casco urbano de Manzanares el Real, se entra de lleno en el Parque Regional, ascendiendo entre berrocales y melojos. Desde aquí, el paso por Becerril y Navacerrada se hará entre altos pinos silvestres. Si la flora parece atractiva, la riqueza cultural interesante y la compañía agradable, aún quedan en el camino oportunidades para encontrar en su hábitat natural a aves carroñeras como el buitre leonado, rapaces medias como el ratonero o el milano real y simpáticos anfibios.
Las plazas ya han sido ocupadas, pero aún queda la última convocatoria, cuya inscripción comenzó el viernes, para el próximo 9 de octubre. Un recorrido de 18 kilómetros más llevaderos por los alrededores del pantano de San Juan, desde Pelayos de La Presa hasta Cadalso de los Vidrios. Una oportunidad para conocer mejor el entorno natural en el que vivimos.
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