Yury Nikolaev : «Un diálogo esencial en tiempos de crisis»

Yury Nikolaev, director de la agencia rusa de información internacional RIA-NOVOSTI, presenció en directo el diálogo de Ávila y elogió la profundidad y consistencia de los contenidos abordados y la dimensión de las conclusiones de un encuentro en el que valoró especialmente la predisposición de los protagonistas, un creyente y un laico, dispuestos a escuchar, a argumentar y a rebatir desde posiciones y actitudes de respeto y de moderación.

–¿Qué le pareció el debate entre el cardenal Antonio Cañizares y el ex presidente Rodríguez Zapatero?
–El debate entre el cardenal Cañizares y Rodríguez Zapatero fue interesante, especialmente por este momento tan difícil que atraviesa España, con una crisis que afecta a las finanzas y la economía. En ese ámbito, fue muy positivo que un cardenal intercambiara ideas con un ex presidente sobre cómo superar esta fase de adversidad.

–¿Qué ideas destacaría del encuentro?
– Me gustó la posición del cardenal al tratar de analizar la situacion desde lo humano y lo filosófico. Se preguntó: ¿hacia dónde va la humanidad? Y trató de dar la clave. Señaló que mucho más importante que una respuesta meramente económica a la crisis es reconocer el papel esencial de la persona en este contexto. Pedía tener en cuenta la esencia del ser humano. Tuvo más apoyo entre el público presente en la sala que respondió con aplausos, aunque el moderador pidió no hacerlo. Lo que ocurre es que esa reacción sale del interior de uno mismo.

 –¿Sería trasladable este debate a un país como Rusia?
–No sólo España debe analizar sus raíces en una época de globalización como la presente y prestar más atención al ser humano, sino que deben hacerlo muchos países. En Rusia también hay un debate acerca del «hacia dónde vamos». Se buscan armonizar las relaciones entre diferentes.

–¿Cómo vio a Zapatero?
– Como cualquier político defendió su gestión de gobierno y trató de justificar sus decisiones. La política no siempre responde a las necesidades de la población. Los políticos a menudo se olvidan de las personas y sólo se acuerdan en momentos dificiles.