Manhattan

Brindis en la Zona Cero

Kevin Fey, de 44 años, siempre hace vida en el barrio de Brooklyn. Suele ir poco a la zona de Manhattan y mucho menos a la Zona Cero. Estaba ya en su casa cuando se enteró que se había dado caza al peor enemigo de Estados Unidos, Osama Ben Laden. Era ya tarde cuando el presidente de EE UU, Barack Obama, compareció desde la Sala Este de la Casa Blanca para anunciar a la nación la muerte del líder de Al Qaeda.

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Pero ayer de madrugada cogió una cerveza y se la llevó para tomársela en la Zona Cero como tantas veces había hecho con su amigo Charlie, que falleció en brutal atentando de las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001. «Esto es por él», explicó ayer alrededor de las cinco de la madrugada. «Murió en las torres. Me acuerdo mucho de él. Era cocinero del restaurante ‘Windows of the World'. Era mi mentor. Me lo enseñó todo en la cocina. Por eso, he venido con una cerveza, porque creo que mi amigo Charlie debe estar por aquí. Noto su presencia», señala Fey.

«No me alegro de que se haya matado a una persona. Pero esto, de alguna manera, cierra un círculo que se abrió hace diez años», indicó el estadounidense entre decenas de personas justo al lado del sitio donde se ubicaban las Torres Gemelas. Cuando Obama aún no había terminado de dar su discurso, miles de personas se acercaron a las inmediaciones de la Casa Blanca en Washington y la Zona Cero en Nueva York para festejar la muerte de Osama ben Laden. Decenas de neoyorquinos se concentraron en la plaza de Times Square para seguir el discurso del presidente de

EE UU a través de sus grandes pantallas. Muchos estudiantes se quisieron acercar hasta la Avenida Pennsylvania, donde se ubica la residencia oficial del presidente, para vitorear su nombre con la esperanza de que saliese a saludarles. Alexander Marion, de 20 años, era sólo un niño cuando tuvo lugar el golpe certero contra su país que fue el 11-S y por eso sólo ayer entendió la importancia de la operación para la historia de Estados Unidos. «Esto es muy bueno. Nos va a unir. Son buenas noticias para nosotros», aseguró Marion.

Su compañero de clase Chris Parca, de 19 años, afirmó que «se ha hecho justicia». Los dos jóvenes, junto con otra compañera Fabiola Nuñez, de 19 años, no dudaron en acercarse a la Zona Cero a pesar de que ayer por la tarde tenían que rendir exámenes semestrales. Al margen de responsabilidades académicas prefirieron acudir al lugar donde se levantaban las Torres Gemelas. Allí ayer por primera vez en los últimos diez años los estadounidenses se atrevieron a celebrar algo.