Grecia

Una banca rescatada por Miguel Bernal

La Razón
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La enorme burbuja de crédito, fácil y barato, estalló en el año 2007 y los préstamos e inversiones de los bancos concedidos hasta ese momento se han visto envueltos en una fuerte espiral de morosidad. Este hecho ha forzado a los estados a intervenir. Llevamos más de tres años saneando sistemas bancarios de diferentes países, utilizando enormes cantidades de dinero, debatiendo en los foros donde se toman las decisiones y, hasta el momento, la situación está lejos de llegar a su final. Todavía hoy no se ve la luz al final del túnel. Encima, cada vez que parece que estamos a punto de desbloquear la situación aparece Alemania para poner un «palo entre las ruedas». El último, desechar la figura de un único supervisor bancario de forma inminente.

Es evidente que las cifras españolas son abultadas y deben tenerse en cuenta. Recientemente hemos conocido el informe de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), referido al ejercicio 2010 para España. El apoyo financiero a los bancos supuso un desembolso de 87.145,47 millones, el 8,20% del PIB, o si lo prefieren, cada ciudadano aporta1.846, 67 euros. Ayuda que se destinó a CCM, Caja Sur, Mediterráneo, Nova Galicia, Caixa Catalunya, Banco de Valencia y Bankia. Para el resto de los sectores económicos se destinaron tan sólo 351,87 millones. Las cifras, frías pero claras, ponen de manifiesto la gravedad de la situación, una pesada carga para los ciudadanos.

Pero la maltrecha España no es la única, ni siquiera ostenta el mayor volumen de ayudas. Los países de la Unión Europea (UE) llevan gastados más de 1,1 billones de euros en el saneamiento bancario. Sorprende la situación alemana, que constantemente va poniendo los referidos «palos en la rueda» del saneamiento.

Las ayudas a los bancos alemanes son de 164.498,65 millones de euros, casi un 90 % más que las nuestras. Pero para poder comparar datos prefiero quedarme con lo que le cuesta a cada alemán el saneamiento. Alemania tiene una población de 81,30 millones de personas; por tanto, el desembolso por ciudadano es de 2.023,23 euros. La ratio de coste por alemán es casi un 10% superior a la nuestra o, si se prefiere, de 176,6 euros más por persona. Ciertamente, y mirando la actividad del gigante europeo, la comparativa es favorable para el país alemán, la ayuda destinada al sector financiero representa tan sólo un 6,64% el PIB.
Vistos los datos conviene hacer unas reflexiones. Angela Merkel ha retrasado la creación de un supervisor único, al menos, hasta finales del ejercicio 2013. ¿Puede ser que Alemania tenga miedo a someter a sus bancos y cajas a un estudio como el que nuestras entidades han tenido que afrontar, tales como las pruebas de Olyver Wyman y Roland Berger? ¿Cuál sería la cantidad de llevar a cabo los test con las exigencias que se nos demandan a nosotros? ¿Las nuevas ayudas dispararían la ratio de déficit público sobre PIB? ¿Continuaría Alemania después del resultado manteniendo el puesto de financiación ventajoso?
Desde muchos ámbitos, incluido el FMI, se viene diciendo que Alemania se está beneficiando de la actual situación y se añade que no quiere llegar a soluciones porque el país tendría mucho que perder. Notoria es la posición de privilegio que tiene en la financiación, donde en algunos plazos es negativa. Asimismo, en los largos plazos su financiación se sitúa por debajo o muy cercana a la inflación, es decir a tipos reales cercanos a ser negativos. Pero además de estos datos evidentes a todas luces, podría ser que hubiese más matices. En el sector bancario la posición y situación de las entidades germanas no es nada clara, más bien es opaca.

Alemania tiene un sistema bancario mucho más atomizado que el nuestro, especialmente después de la enorme concentración que estamos teniendo. Sus bancos ya han dado muestras de aguantar mal la actual situación. De todos es conocido que una quiebra de Grecia supondría un durísimo varapalo para el sector crediticio teutón, ya que muchos de sus bancos se quedarían en una situación muy complicada. En este sentido, no debemos olvidar que sus bancos atesoran 12,4 billones de euros tan solamente en deuda griega. Me temo, a la vista de los datos y las preguntas que me surgen, que la dureza de Alemania está relacionada con sus debilidades a descubrir.
 

Miguel Bernal
Coordinador curso Renta Fija del IEB