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Tecnología para vagos

¿Quién no ha soñado con olvidarse para siempre de hacer la cama o con evitar la tediosa tarea de limpiar los cristales –para que llueva al día siguiente–? Una gama de productos, algunos «made in Spain», suplanta estas labores 

Tecnología para vagos
Tecnología para vagoslarazon

En la exitosa película «Wall-E», la humanidad, tras dejar la Tierra hecha un auténtico estercolero, vive en gigantescas naves espaciales. Rechonchos hombres y mujeres habitan en camas flotantes, donde las máquinas proveen a los protagonistas de todo lo necesario y les liberan de realizar las más elementales tareas cotidianas.
Sin llegar a este extremo, aquellos individuos que detestan las labores domésticas están de enhorabuena, ya que la realidad empieza a superar a la ficción. Para mejorar el confort y la calidad de vida de las personas –evitando costosos trabajos rutinarios–, los investigadores diseñan robots que sean capaces de moverse libremente y actuar bajo órdenes; bien sean domésticas, bien asistenciales. Ángel Francisco Agudo, coordinador del Máster en Domótica y Hogar Digital de la Universidad Politécnica de Madrid, opina que «la tecnología puede llegar más allá que la imaginación de la mayoría».
 

El androide más humano
«Armar-III» es un robot humanoide creado para estar al servicio de la gente. Aprende a interactuar con los objetos al tocarlos. Sus principales características son el reconocimiento visual y la localización de objetos; que le permiten, entre otras tareas, poner la mesa o el lavavajillas.
 

la cama que se hace sola
«Ohea» es el nombre de esta insólita cama. Dotada de medios mecanizados, capaces de estirar su ropa automáticamente, la cama se hace en 50 segundos y sin ninguna ayuda. Ascensio Zubeldia, su creador, está buscando financiación externa para poder comercializarla, ya que los costes son muy elevados. Según declara a este semanario, «está diseñada para gente mayor o discapacitados físicos».
 

Un sirviente distinto
Diseñado por investigadores alemanes, el objetivo es que el robot «Justin» pueda sustituir a astronautas en misiones de la Agencia Espacial Europea (ESA). Se trata de un artefacto humanoide capaz de realizar determinados movimientos similares a los de cualquier persona. En su acto de presentación preparó café y sirvió agua, en distintos recipientes, sin derramar una gota.
 

Un brazo robótico escalador
La Universidad Carlos III de Madrid ha diseñado «Asibot» –el prototipo de un brazo robótico capaz de desplazarse por las paredes y techos de la casa de manera autónoma–. Coger platos, lavar los dientes o maquillar son algunas de las funciones que pretenden cumplir con el dispositivo. Carlos Balaguer, catedrático de Robótica de la citada universidad, opina que «se trata de proyectos complicados y duraderos, que requieren una fuerte financiación. Tardaremos años hasta que las personas vayan asimilando estas tecnologías».
 

«Platero», el coche sin conductor
Un sistema de navegación permite al vehículo conocer su posición y, mediante un mecanismo de visión, reconocer la calzada y diferenciar los obstáculos que aparezcan en el trayecto. El automóvil, presentado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha conseguido desplazarse de forma autónoma a lo largo de unos 100 kilómetros. En la foto se demuestra cómo el conductor puede ir leyendo durante el recorrido. Teresa de Pedro, investigadora responsable del proyecto, declara que «imaginar que algo se puede hacer es el primer paso para buscar la tecnología necesaria para hacerlo».
 

La máquina que limpia ventanas
La costosa labor de limpiar ventanales y cristaleras puede realizarse de forma automática gracias a «Windoro», el primer robot diseñado para tal fin. Profesionales de la limpieza, así como viviendas particulares pueden beneficiarse de esta tecnología. Basta con colocarlo sobre la ventana y accionar un botón, aunque también es posible controlarlo mediante un mando a distancia. El dispositivo está desarrollado por el Instituto de Robótica Inteligente de Pohang, en Corea del Sur. Gregorio Johansson –I.L.A.G.A, S.L–, responsable de su distribución en España, sostiene que «la idea surgió para dar solución a las ventanas de difícil acceso».