La Policía siria mata a 20 personas en una protesta

MADRID- También parece aumentar el número de personas que salen a las calles para reclamar la caída del presidente Bachar al Asad, quien ha mantenido la promesa de levantar la ley de emergencia en el país. El último disturbio tuvo como escenario la ciudad de Homs, situada al norte de Damasco y caracterizada por albergar a una población educada, de artistas e intelectuales. Ahí, el número de muertos alcanzó los veinte y la cifra de heridos se acercó a los cien, según la cadena catarí Al Yazira, que no dio más detalles sobre la identidad de las víctimas.
Según esta versión, los disparos se produjeron durante el funeral del líder tribal Abu Musa, detenido una semana antes tras manifestarse a favor de la democracia. «Era un hombre sano antes de que le detuvieran y un cadáver después», declaró un activista a Reuters. Entonces se produjo el choque armado entre varios desconocidos y las Fuerzas de Seguridad, que dejó una veintena de muertos y un nuevo motivo para celebrar otros funerales unas horas después.
«De callejón en callejón, de casa en casa, queremos derrocarte, Bachar», corearon los miles de asistentes a las nuevas exequias celebradas ayer.
Las autoridades insisten en responsabilizar a grupos armados e infiltrados de la violencia. «La evolución de los acontecimientos ha revelado que se trata de una insurrección armada realizada por grupos que pertenecen a organizaciones salafistas, especialmente en las ciudades de Homs y Banias», aseguró el Ministerio del Interior en un comunicado.