Artur Mas un tahúr

La independencia de Catalunya no será fruto de un golpe de audacia, sino de un proceso, que necesita del apoyo de los catalanes, algo que hoy pertenece al mundo de la ciencia ficción, aunque haya pasado de ser una propuesta punk a no ser mal vista por nuestro capitalismo aristocrático-financiero-independentista. El colofón sería el ingreso en la Unión Europea, para lo cual es imprescindible la unanimidad de sus Estados, hoy inexistente y con la oposición de Francia a la cabeza.
Entretanto, Catalunya quedaría como Kosovo, a merced de truhanes y fulleros, pero sin ejército que la proteja y sin cuerpo diplomático que la represente.
Quizá sea por eso que Artur Mas se apea en el modelo vasco, lo cual no dejaría de ser un paso más en la reconquista de la España feudal. Puede que sea el motivo que hace a la lideresa del PP catalán no oponerse frontalmente.
Es en este marco que cobra interés el debate entre los candidatos Montilla y Mas en una televisión nacional además de en la catalana. Igual que a nosotros nos interesa y afecta lo que sucede en cualquier comunidad autónoma, lo mismo sucede a la inversa.
Que Artur Mas acabe negándose a contrastar sus razones ante todos los españoles daría a entender que no quiere enseñar sus cartas más allá del Ebro o, lo que es lo mismo, que fuera de Catalunya va de tahúr.