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Marck Vanderloo / modelo: «El entorno fue el culpable de mi ruptura con Esther»

Marck Vanderloo / modelo: «El entorno fue el culpable de mi ruptura con Esther»
Marck Vanderloo / modelo: «El entorno fue el culpable de mi ruptura con Esther»larazon

La cita con Vanderloo es en un exclusivo piso del madrileño barrio de las letras, propiedad del arquitecto Tomás Alía. Cuando se abre la puerta del inmueble parece que los personajes de Jordi Labanda hayan tomado vida y el glamour, la elegancia y las copas de gin-tonic conquistan cada rincón del domicilio. El modelo holandés ejerce de perfecto anfitrión y recibe con su característica sonrisa que en los años noventa triunfó en las pasarelas y el mundo de la publicidad. En esta ocasión, su visita a España no es para disfrutar de su tiempo de ocio, «me encanta venir a este país, es más, en cuanto puedo cojo un vuelo para pasar unos días disfrutando del buen tiempo y su gastronomía», dice, sino para ejercer de embajador de Roger Debuis, la firma de alta relojería suiza que lanza una nueva colección de relojes, Monegasque. A pesar de estar orgulloso de lucir tal obra de ingeniería en su muñeca, asegura que no le gusta medir sus tiempos: «No hago planes, me dejo llevar por la vida», explica.

Lagerfeld, el conquistador
Sus 44 años le han dejado huella en el rostro, aunque su cuerpo sigue siendo de infarto, ya que lo cuida con esmero, sobre todo gracias a deportes como el esquí o el snowboard. Ahora su vida es mucho más tranquila que hace años: «Aprendí mucho de mi etapa como modelo, pero no recuerdo nada de aquellos días. No dormía, sólo trabajaba. Estuve 3 meses durmiendo sólo 5 horas. Era una locura», confiesa. Así que en 1997 dijo «hasta aquí hemos llegado» y no volvió a pisar una pasarela. Bueno, a no ser que alguno de sus diseñadores fetiche le diga ven... Como ocurrió el año pasado con Karl Lageferld, «el hombre que conquistó mi corazón», confiesa, quien le pidió que desfilara para él y «no pude negarme». Algo que sí ha hecho con otros diseñadores, aunque prefiere no dar nombres. «Gané el suficiente dinero en los años noventa lo que ahora me permite ser más selectivo laboralmente y poder estar más tiempo con mi familia», dice. Es más, tiene una regla que cumple a rajatabla: «No pasar más de 10 días fuera de casa», para así seguir de cerca la educación de sus dos hijos y «evitar que sean modelos, porque es una vida muy dura y ellos pueden permitirse estudiar, algo que yo tuve que dejar de lado», lamenta.

Comparte su vida con la actriz Robine van der Meer en Holanda, aunque nadie olvia su matrimonio fugaz con Esther Cañadas en 1999. «Era una mujer muy interesante, la recuerdo con mucho cariño, pero nuestro entorno y problemas ajenos a nosotros nos obligaron a dejarlo», dice con rostro serio.

 

Un modelo para la historia
Un túnel de lavado fue su salto a la fama de la mano del anuncio de Peugeot 106 (en la imagen superior) en el que aparecía desnudo y con el gesto de pícaro que todavía hoy le acompaña. A partir de aquel momento trabajó para firmas punteras de alta costura desde Valentino hasta DKNY (abajo), pasando por Armani y Guess, entre otras. Aunque si tiene que decantarse por una, lo hace por Hugo Boss (en el medio) «una marca con la que puedes ir elegante y de sport al mismo tiempo»,dice.