Recuperación del pasado por Joaquín ARNÁIZ

Hay premios con especial tino para encontrar autores preocupados por la posmodernidad, como sucede con el premio Fernando Lara, que anoche se falló en Sevilla en su decimosexta convocatoria. Nombres como Moix, Umbral, Racionero o Sánchez Dragó, y a los que ahora viene a sumarse la periodista musical y contracultural, narradora, poeta y ensayista Silvia Grijalba. Una escritora a la que se percibe unida a esas dos grandes tentaciones reflexivas de la actualidad: por un lado, a la conciencia del reloj líquido en el que vivimos, y por otro, a la sensibilidad posmoderna de permanente crítica, búsqueda de la emoción y recuperación de lo valioso del pasado. Así, lo mismo cita en su blog su amor por Bowles, que escribe ensayos sobre la movida y el pop: una biografía de Depeche Mode (ed. La Máscara) en 1995, un libro sobre la Movida Madrileña, «Dios salve a la movida» (Espejo de Tinta, 2006, Castelvecchi Italia 2008). O en 2008, «Palabra de rock. Antología de letristas españoles» (Fundación Lara), una selección de los mejores poetas del rock españoles, seleccionada y prologada por ella. Quizá por ello, la reflexión sobre nuestra conversión en adultos y el papel de la música actual en nuestra iniciación en la vida se entrelazan en su obra narrativa: «Alivio rápido» (Plaza & Janés, 2003) y «Atrapada en el limbo» (Plaza & Janés, 2006/Sperling and Kupfer). En la primera novela, su personaje femenino nos habla de los entresijos de los grupos musicales; en la segunda, una mujer que alcanza la madurez, y está embarazada, se plantea una nueva vida y un nuevo amor. Así, Silvia Grijalba llega al Lara aportando los sueños y las pesadillas de nuestro tiempo.

Joaquín Arnáiz