Algo llamado motivación

Hace pocos días, TV3 emitió el vídeo que Pep Guardiola utilizó en la final de Roma para motivar a sus jugadores antes de la final de la Champions League. Unos minutos de imágenes y sonido, vistieron a la plantilla con la piel de gallina antes de hacerlo con la camiseta de su equipo. Y el equipo ganó la final.
Guardiola es un motivador nato. Ese mismo equipo que no era capaz de ganar dos partidos seguidos hace un año, se ha convertido en el mejor de la historia.
Seguramente Pep está informado, y sabe que en Estados Unidos, la motivación es parte fundamental y básica en el trabajo, en la política, en el marketing, en el deporte, etc. A través de la estimulación, saben cómo conseguir el máximo rendimiento. No falla.
Un ejemplo en política, simple pero genial es el vídeoclip que se creó con la letra del discurso del «Yes, we can» de Obama. Un discurso político que sí motivaba. Y Obama ganó las elecciones. En deporte, los vídeos que se emitían el año pasado en el estadio de los Boston Celtics de la NBA, en los que se veía a las estrellas del equipo gritando en primer plano con todas sus fuerzas y cara al público, con una banda sonora tremendamente emotiva. Y los Celtics ganaron el título.
Los políticos españoles deberían aprender de Guardiola. Basta con fijarse en la campaña electoral que están haciendo estos días en televisión. Lo único a lo que motivan es a cambiar de canal.