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Ana Obregón: «Soy como una olla exprés»

Tras pasar el peor año de su vida en lo personal, regresa con nueva serie bajo un brazo. El otro se lo reserva a Darius Henderson, su última conquista. 

Ana Obregón: «Soy como una olla exprés»
Ana Obregón: «Soy como una olla exprés»larazon

«Pedidme un plato de jamón, que voy a desfallecer». Es el único capricho de Ana cuatro horas después de un «photocall» bajo un sol agobiante, entrevistas a granel con más de treinta medios y un desfile de baño en el que ejerció de jurado. Maratón sobre Darek, Darius, su hijo Alex... Hasta por Paquirrín y Cristiano Ronaldo se le pregunta a la Obregón. A la vista está que el interés por ella no pasa por horas bajas. Ana lo sabe y por eso responde sin perder la compostura –tampoco la postura– y torea con una paciencia tal que repite una entrevista televisiva porque, gajes del oficio, no había cinta en la cámara. Eso sí, el mundo se para cuando aparece en escena el bebé de Lorena, una buena amiga. Y es que Ana es una persona, a pesar de que el histrionismo del personaje la eclipse. Por cierto, el plato de jamón cae entero. -Ya ha inaugurado su temporada playera,¿no teme acabar negra por los «paparazzi»?-A los «paparazzi» los llevo siempre. Nunca me acabo de acostumbrar a ese sufrimiento, aunque doy gracias porque no me siguen cuando voy con mi hijo.-Tampoco se librará de ellos su nuevo amor, el futbolista británico Darius Henderson...-No somos novios, sólo hay una buena amistad. Nos conocimos por casualidad en la discoteca Pachá de Ibiza. Yo no sabía que él era futbolista y él no sabía que yo era actriz, porque en Inglaterra no me conoce nadie. -Entonces, ¿pasará el verano entre Ibiza e Inglaterra?-Mis vacaciones las paso siempre con mi hijo. Me va a tocar viajar un poquito.-Intuyo que Darek está desterrado de su vida definitivamente...-Estar con esa persona ha sido la mayor equivocación de mi vida y no quiero ni pronunciar su nombre. He retirado la demanda que tenía contra él por un dinero que me pidió, le presté y nunca me devolvió. Y lo hago porque quiero frenar todo el circo mediático que se ha creado alrededor, aunque siento no recuperar el dinero porque lo iba a destinar a la Federación Española Down. Durante un año y medio creí en su buena fe y le pagué absolutamente todo, incluido un coche. En este tiempo sé que he hecho sufrir muchísimo a mis padres y a mi hijo, pero ya les he pedido perdón. Han tenido que ver en televisión cómo se me crucificaba y contemplar el pasado de esta persona como «stripper», en la cárcel... Me siento tremendamente culpable, me he equivocado y lo siento. -Algo sacará en positivo.-En la vida hay que saber perdonar, y yo le perdono. En esa relación lo di todo: le entregué mi amor, no quise trabajar en nada para dedicarme a él, le conseguí trabajo y me anulé a mí misma. Asumo que ha existido una compra-venta de sentimientos, aunque me ha costado admitirlo porque nunca he tenido que pagar a una persona por su compañía. Le deseo lo mejor del mundo, pero le ruego que trabaje por sí mismo y deje de enriquecerse hablando de mí en los platós.-¿Tiene miedo a que este capítulo se vuelva a repetir?-Con alguien que no es un caballero se tropieza una vez, no dos, aunque soy demasiado generosa y «naif». -Sus padres no le han dicho aquello de «hija, qué necesidad tienes de exponerte así ante los medios».-Me he planteado mil veces dejar de trabajar. El año pasado estuve a punto de tirar la toalla, pero si mi gran pasión es ser madre, mi vocación de actriz también la tengo que sacar, porque, si no, me moriría. Soy como una olla exprés. -A pesar de los ataques, ha salido victoriosa de tómbolas, tomates… Ellos han caído y Ana García Obregón sigue en pie...-Soy la auténtica superviviente de este país, sobre todo por las injusticias que he pasado. Me llegaron a acusar en los platós de maltratar al servicio sólo porque una empleada me demandó. Ahora, una jueza ha dejado bien claro que son acusaciones falsas y ni siquiera ha habido juicio. A esa mujer le regalé hasta un traje de Dolce & Gabbana que era mío, y ahora pienso: «¡qué desagradecida fue!». También se ha archivado el asunto de aquellas amenazas telefónicas. No existe mi voz, ni esas grabaciones. Se ha archivado todo.-¿Consuelan algo las sentencias?-Te consuela a ti, pero cuando ves que esas barbaridades las han escuchado 40 millones de personas y puede que las hayan creído, el daño está hecho. Están destrozando una imagen que he alcanzado durante muchos años. Pero nadie puede decir que no sea buena madre, trabajadora y generosa. Esto lo he demostrado. -A quien quiera saber, poco y al revés. ¿Es su máxima con los periodistas del «cuore»?-Sí. No miento, lo que hago es despistar, porque no tengo que decirle nada a nadie sobre mi vida privada. Ahora mismo tendría cinco millones de euros si hubiese entrado en ese juego. Para que te hagas una idea, una televisión británica me ofreció dos millones por hablar de mi relación con David Beckham. Imagínate lo que habría ganado si me hubiera dedicado a airear mi vida.-Hay quien piensa que no tiene un pelo de tonta, y que sus apariciones públicas están estudiadas al milímetro. ¿Es una mujer calculadora?-Ser inteligente se demuestra con hechos. No habría sido la número dos de mi promoción en la carrera de Biología ni tendría un máster en Dirección de Empresas si no fuera inteligente. -¿Ha pensado alguna vez en recuperar su carrera como bióloga?-Me encantaría, pero no hay tiempo para más. Me da pena, porque es un momento increíble para la genética, pues se están investigando cosas interesantísimas como el descubrimiento del gen por el que el cáncer de mama pasa a otros órganos. Es una lástima, pero llevo toda la vida en la interpretación y no me veo volviendo atrás.-Y pasar por el altar, ¿lo ve difícil?-Nunca he querido casarme. Me casé dos veces en «Ana y los siete» y estuvieron invitados a la boda siete millones de espectadores. Los que han rodado conmigo saben que nada más ponerme el vestido me entra un ataque de pánico y me ahogo. No puedo. Soy como Julia Roberts, una «novia a la fuga». Cuando me casé en la serie invité a mi madre porque siempre quiso verme vestida de blanco. Y, aunque sabía que era de mentira, se emocionó.-¿Qué les diría a quienes la acusan de vestir y actuar como una eterna adolescente?-Les diría que es una pena que sean tan viejos. La etiqueta de «la más elegante» me parece una idiotez. Lamentablemente, este asunto es muy clasista. ¿Cómo va ser elegante la mujer de un obrero que tiene ocho hijos que alimentar? Seamos claros, ser elegante consiste en tener dinero o en conocer a Valentino y que te deje trajes. Nunca he intentado ser la más elegante, ni la que menos. Dicen que abuso de las minifaldas. Lo que ocurre es que no tengo ningún prejuicio, el prejuicio es de quien critica. Yo me pongo lo que me da la gana y con lo que me siento a gusto.-¿Qué hace para rejuvenecer?-Desgraciadamente, la gente se preocupa mucho por el exterior, se pasan la vida en el gimnasio, agobiados por el «no me como esto o lo otro porque engorda»... Lo que tienes que hacer es trabajar tus energías interiores porque, cuando estás bien por dentro, tu cuerpo lo transforma en belleza.-Aunque se harte de jamón…-Como de todo: jamón, chocolate, bocadillos... -¿Ha hecho dieta alguna vez?-Nunca en mi vida.-¿Y visitas al quirófano?-Para el pecho, nada más. -Si uno la sigue sólo través de las revistas, da la sensación de que siempre está de vacaciones. ¿O es que está en paro?-Llevo 27 años en esta profesión y no he estado en paro nunca. En febrero terminé «Mira quién baila» y ya estoy preparando una serie con una productora, aunque no puedo adelantar en qué cadena se emitirá.-Pero algo habrá notado la crisis...-La crisis la hemos notado todos y hay que tener muy claro que está ahí. Al margen, sería incapaz de comprarme un traje de 2.000 euros porque soy consciente del hambre que hay en el mundo. -La baronesa Thyssen ha confirmado la paternidad del padre de Borja. ¿Ana Obregón guarda algún gran secreto bajo llave?-Guardo demasiados, no sobre la paternidad de mi hijo, que está claro que es igualito a su padre. -En un año, Álex será mayor de edad, ¿no teme que le acose la prensa rosa?-No, por la sencilla razón de que él no es un personaje público. Es verdad que es mi hijo, pero jamás le he expuesto en los medios ni le llevado siquiera al típico evento de madres famosas con hijos.-¿No le atrae este mundo?-Quiere estudiar Dirección de Empresas en Estados Unidos y está sacando muy buenas notas.-¿Se marcharía con él?-Si se va, yo también me voy. De mi hijo no me separo aunque tenga veintitantos años.-Intuyo que es de las madres que espera despierta por la noche hasta que llega a casa...-Claro, no te fastidia, tiene dieciséis años. Imagínate.-¿Ha pasado Álex la etapa adolescente de avergonzarse de sus padres?-Si le voy a buscar por la noche, como todas las madres, tengo que quedar con él en una esquina o estar escondida. Es normal por su edad, pero eso son sólo anécdotas.-¿Tiene novia?-Eso pertenece a su intimidad.