Buena corrida de Guadaira muy castigada

Es imperdonable que un matador de toros permita que masacren una corrida tan noble, y un tanto floja, como la de ayer. Ellos lo pagaron. Lo que pudo ser una tarde exitosa se convirtió en monótona con comentarios halagüeños para las reses e indiferencia hacia los diestros. Entre trincherasA un matador hay que juzgarlo acorde con las condiciones de sus toros. A Curro Díaz le correspondieron dos excelentes a los que, entre trincheras y recortes, dio algunos muletazos, aunque sin ligar series extraordinarias, como debiera. Gallo perdió el ritmo al no quedarse quieto tras cada pase y aguantar; cuando lo hizo, levantó clamores. Perdió una gran ocasión. Andrés Palacios, sólo voluntad.Curro Díaz se dejó escapar un toro de triunfo. Le realizó una faena iniciada con recortes y trincheras sabrosas pero cuando llegó la hora de la verdad, de pasárselo por delante, todo fueron dudas. Los cites, fuera de cacho y el engaño, por lo general, prendido. Así, no.Con el excelente cuarto comenzó con varias trincheras salerosas y continuó con muletazos por ambos pitones, con buen son pero sin continuidad. Cuando su labor decaía volvió a recurrir a su estilo artístico con recortes muy bonitos a dos manos. Faltó profundidad ante un animal que merecía más.Tuvo templanzaEduardo Gallo lanceó bien de salida al bueno y flojo segundo. Consumó una bonita faena, muy en línea según su toreo, pero con templanza y decisión. Faltó la emoción que tampoco aportó el animal. Buena actuación.Al quinto de la tarde, bueno aunque sin demasiada fuerza, tardó en hallarle la distancia. Perdió muchos pasos, entre muletazos, en la primera parte de su labor por lo que los pases resultaron anodinos. Cuando se centró con la izquierda, aguantó y le dejó la muleta en el hocico, ligó dos series extraordinarias. Al intentarlo con la diestra ya el toro había perdido ímpetu y Gallo optó por arrimarse pero la faena había concluido.Palacios, que recibió al tercero con una larga cambiada y puso empeño en la faena, no supo encontrar las calidades del animal. Los primeros muletazos por alto, buenos, los siguientes, derecha e izquierda. Los cites desde atrás, sin cruzarse ni mandar nunca sobre tan colaboradora res.Permitió que destrozaran en el caballo al sexto que, aun así, respondió en la muleta. Palacios, sin guardar las distancias ni mandarlo, anduvo valeroso y nada más.