Camps le prepara a Rajoy otro baño de multitudes

La plaza de Toros de Valencia será de nuevo escenario de un acto de campaña del PP regional. La fecha, el próximo día 2, y con asistencia de Mariano Rajoy y del candidato europeo, Jaime Mayor Oreja. Aunque ya es una tradición de las campañas de los populares, esta vez la movilización para llenar a reventar el coso taurino valenciano tendrá un simbolismo especial, ya que tras la exhibición de músculo por parte de Francisco Camps subyacerá la idea de contestar al «caso Gürtel» con la imagen del apoyo masivo de su militancia. Es la estrategia que está siguiendo desde que estalló el caso, aunque elevada ya a letras mayúsculas.Salvo novedades en el ámbito jurídico, el mitin del día 2 será además una nueva ocasión para que la dirección del PP escenifique con fuegos artificiales su apoyo al «barón» valenciano. En Génova todavía no se atreven a hacer valoraciones de la marcha de la campaña porque creen que es demasido pronto. Sí entienden que esta semana es la decisiva a la hora de definir los mensajes, y que en la siguiente el «coche ya estará en marcha» y será el momento de concretar la movilización. La dirección popular valora los riesgos que se derivan del hecho de que el PSOE sea capaz de llevar a su huerto –es decir, a la confrontación ideológica–, esta contienda electoral. Rajoy y la crisisAyer Rajoy insistió en su argumentario sobre la crisis y contestó también al mantra del presidente del Gobierno sobre el nuevo modelo de crecimiento económico sostenible. «No es creíble, ya que no es más que una medida de un Gobierno que no sabe por dónde va. Lo que resulta insostenible es el crecimiento del paro», sostuvo, informa Efe. El líder popular anunció que su partido reclamará un estatus preferencial para Ceuta y Melilla dentro de la Unión Europea con el fin de hacer frente a sus problemas singulares, «como sus altas tasas de paro».

Restitución de las partidas socialesEl Grupo Popular aprovechará la actividad parlamentaria en la primera semana de la campaña para exigir en el Congreso la restitución de las partidas sociales que el Gobierno ha recortado para poder cumplir con su compromiso de reducción de 1.500 millones de «gasto no financiero» previsto en los presupuestos para 2009. Según el desglose detallado del acuerdo de no disponibilidad de crédito, los recortes no afectan sólo al gasto superfluo, como se prometió, sino también a políticas concretas como la seguridad, instituciones penitenciarias, mayores, enseñanza infantil o becas.