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Cangas el sosiego más natural

Cangas, el sosiego más natural
Cangas, el sosiego más naturallarazon

Su ubicación no podía ser mejor: a los pies de los Picos de Europa y entre los ríos Sella y Güeña. ¡Por algo fue el lugar escogido por don Pelayo para establecer su Corte tras la Reconquista! Ahora, en pleno siglo XXI, el encanto de este rinconcito asturiano se mantiene intacto. El verde del paisaje lo inunda todo, mientras el blanco de la nieve destellea desde cumbres de más de mil metros. Y abajo, un remanso de paz en el que el viajero encuentra, precisamente, lo que anda buscando: sosiego -allí el ruido incesante del tráfico o el teléfono móvil brillan por su ausencia-; cultura a raudales -la villa presume de joyas arquitectónicas como el puente romano de cinco arcos sobre el que cuelga una reproducción de la Cruz de la Victoria-; una gastronomía envidiable -los méritos de la cocina asturiana son más que conocidos para los amantes de la buena mesa-, e instalaciones de lujo para garantizar el descanso -ejemplo de ello es el Parador de Cangas de Onís, un establecimiento con amplias y confortables habitaciones ubicadas en lo que antiguamente fue un monasterio-. A menos de cuatro horas de Madrid, y a un paso del Cantábrico, Cangas de Onís se alza como un destino de ésos que hay que descubrir, casi por obligación, y sin necesidad de hacer un agujero en el bolsillo.