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China lanza un órdago a Christies

China lanza un órdago a Christies
China lanza un órdago a Christieslarazon

Han pasado casi 150 años desde que acabó la Segunda Guerra del Opio pero sus heridas siguen abiertas: la histórica humillación del Imperio Celeste a manos de las tropas anglo-francesas, que en 1860 tomaron Pekín para forzar un acuerdo de libre comercio, han vuelto de nuevo al candelero del nacionalismo chino. Esta vez la afrenta histórica ha saltado al frente a causa de dos obras de arte: un grupo de 69 abogados, respaldados por las autoridades chinas, anunció que denunciará a la mayor casa de subastas, Christie's, después de que ésta confirmase que venderá el 23 de febrero en París dos antigüedades que pertenecen a la Fundación Yves Saint Laurent, y cuyo propietario es el co-fundador de la marca y compañero sentimental del modisto, Pierre Bergé. Un portavoz de la sala en Nueva York aseguró a este diario que «todos los objetos de la venta de febrero, incluidos la cabeza de ratón y la de conejo, disponen de un correcto y extenso historial de derechos de propiedad. Todos los papeles están en regla». El ingrediente galo pone la guinda a la tarta del orgullo nacional. Y es que no hay pueblo europeo del que más recelen los chinos que el francés, nación que a sus ojos encarna todos los defectos de la arrogancia occidental: lse permite dar lecciones políticas, reivindicar los Derechos Humanos en tierras ajenas y acoger cálidamente al Dalai Lama cada vez que éste visita París. Las dos piezas en cuestión fueron en su día parte del Palacio Imperial de Verano de Pekín. Se trata de dos cabezas de bronce, de conejo y rata, arrancadas de una hermosa fuente que retrataba el horóscopo chino y datadas en la dinastía Qing (1644-1911). Según estimaciones locales, su valor ronda los 10 millones de euros por cada pieza. Aunque el precio podría estar hinchado, lo cierto es que las antigüedades chinas cotizan altísimo, ya que no son demasiadas las joyas que sobrevivieron a los excesos de la Revolución Cultural maoísta, que según diversas estimaciones hizo pedazos en torno al 80 por ciento del patrimonio cultural del antiguo Imperio, en un intento por desterrar la «herencia feudal y clasista». Las reclamaciones patrimoniales aventadas por el Gobierno comunista chino no dejan de resultar irónicas, ya que muchas de las piezas maestras de su cultura (incluidos cientos de manuscritos clásicos) se conservaron precisamente porque fueron robadas, o sacadas al extranjero por la diáspora. Lavar la imagen Los abogados que pondrán la denuncia cuentan con la asistencia del Fondo Especial Chino para el Rescate de Reliquias Perdidas en el Extranjero, un ente gubernamental creado para recuperar parte del patrimonio saqueado y para lavar la imagen de la Revolución China como depredadora de arte y cultura. Aunque fue ayer cuando se hizo pública la intención de demandar, la polémica estalló en realidad a finales del año pasado, cuando se dio a conocer la fecha de la subasta en la prensa china, inmersa por aquel entonces en de sus clásicas campaña «anti-occidentales». La indignación creció en los medios de comunicación y se multiplicó en internet, demostrando una vez más que la mayor comunidad internauta del mundo, la china, es un polvorín de la causa nacionalista.