Santiago de Compostela
Circuncisión para todos
Un estudio publicado esta semana en «New England Journal of Medicine» revela que eliminar el prepucio –un gesto considerado hasta ahora sólo religioso– evita hasta un 60 por ciento el contagio de sida.
Para muchos este gesto sólo conlleva connotaciones religiosas. Sin embargo, la ciencia busca en la circuncisión una nueva vía para evitar la transmisión de enfermedades sexuales, tales como el sida, el herpes genital o el virus del papiloma humano, que copan los primeros puestos. Esta semana un estudio publicado en «New England Journal of Medicine» apunta a la posibilidad de que la circuncisión reduzca hasta en un 60 por ciento el riesgo del VIH (virus de inmunodeficiencia adquirida).Así, el grupo de investigadores de Uganda, pertenecientes a la Universidad Jonhs Hopkins, en Baltimore (EE UU), cuyo trabajo recoge la revista científica, también ha hallado que ante otras ETS incurables, como el herpes genital y el virus del papiloma humano (VPH) –responsable del cáncer cervical y las verrugas genitales–, también sirve de «cortafuegos». En el editorial que acompaña al artículo, dos investigadores de la Universidad de Washington (EE UU) manifiestan que estos nuevos descubrimientos se sostienen en fuertes evidencias a la hora de afirmar que la circuncisión tiene un efecto positivo en la disminución de los casos de las actuales infecciones virales transmisibles, aún sin cura.Evidencias«Los nuevos datos que se han mostrado en el estudio ugandés han arrojado una mayor solidez, en lo que hasta ahora se consideraba una teoría», sostiene Matthew Golden, uno de los responsables del artículo de opinión y director del Programa de Control de Salud Pública de Enfermedades Infecciosas en Seattle y King County (EE UU).En este caso, «la circuncisión desprotege al glande de su cubierta de piel. Tiene la ventaja de hacer desaparecer ese espacio donde fácilmente se acumulan gérmenes, virus y detritus, así como restos de orina. En definitiva, es más limpio pero como contrapartida hace que la mucosa que recubre al glande se sustituya por una capa de epidermis más gruesa haciendo que la sensibilidad en las relaciones sexuales sea menor», expone Ignacio Moncada, jefe de Urología del Hospital La Zarzuela de Madrid. De este modo, al evitar este tipo de «almacén infeccioso», los virus del herpes genital y el VPH tendrían menos posibilidades de sobrevivir y expandirse. «Sabemos ya que la circuncisión puede disminuir hasta en un 60 por ciento el contagio del VIH –afirma Golden–. Pero ahora podemos aseverar que esta práctica llega a reducir el riesgo de herpes genital en un 25 por ciento y el VPH en un tercio». Por ello, recomienda que los especialistas tenga en cuenta lo que era un rito religioso, como un arma más frente a estas terribles epidemias infecciosas y que aconsejen a sus pacientes que se sometan a ellas. «Es curioso saber que entre los hombres que profesan el judaísmo y el mahometanismo el cáncer de pene es inexistente debido a la circuncisión», apunta Moncada.Aunque subrayan los expertos que sólo es una vía más a tener en cuenta, ayudaría a reducir la incidencia de las cifras en los países desarrollados, sino en aquellas regiones donde otro tipo de profilaxis preventiva cuesta más llegar.«Independientemente del efecto positivo que esta práctica muestra en el estudio y la ayuda que pueda proporcionar, lógicamente hay que continuar con políticas de prevención basadas en el uso del preservativo, sobre todo en países de África, donde la incidencia es muy alta», insiste Antonio Antela, médico adjunto del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.
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