Alimentación
Cómo nutrir el sistema inmunológico para la vuelta al cole
El sistema inmunológico es el responsable de la prevención del organismo ante las enfermedades a las que el ser humano está expuesto, por tanto será la primera barrera con la que el virus de la gripe A topará al entrar en contacto con los niños. Actualmente existen remedios caseros o productos manufacturados que pueden ayudarnos a mantener las defensas fuertes y en alerta, por eso, es importante tener el botiquín equipado con analgésicos y antiestamínicos, así como llenar la nevera y la despensa de alimentos que activen las defensas de los más pequeños.Los alimentos que reducen la amenaza son:
Vegetales y frutas. Hay que tomar tres raciones diarias de vegetales y fruta. En el caso de las verduras hay que hacer especial caso al ajo, la cebolla, las espinacas y el brócoli. En el caso de las frutas, hacer mayor hincapié en los cítricos. A los niños, normalmente les cuesta tomar verduras y frutas, pero hay que conocer las diferente formas de tomarla y que pueden facilitar el trabajo de los padres. La fruta puede comerse entera, hecha zumo, en mermelada o compota, en batido o en yogurt.
Frutos secos. Los cacahuetes, las nueces y los cereales son ricos en zinc, elemento necesario para que el sistema inmunológico trabaje de una manera eficaz. Actualmente los frutos secos podemos encontrarlos enteros o ya desprovistos de sus cascaras para facilitar a los niños su ingesta. También es una buena opción en crema, por ejemplo la de cacahuete o en panes integrales o tostadas.
Leches fermentadas con Lactobacillus. La revista Pediatrics ha avalado las propiedades las leches fermentadas con lactobacillos como alimentos que tienen beneficios para el cuerpo humano y reducen los efectos de gripes y catarros. Su función se centra en el intestino humano y ayudan a potenciar las defensas. Son unos grandes desconocidos, a la vez que grandes aliados frente a la prevención. Podemos encontrar leches fermentadas embotelladas en el supermercado o de forma natural en el kéfir.
Si llegara el contagio, el virus de la gripe nueva, provoca una serie de molestias que diferentes productos o alimentos que encontramos fácilmente pueden aliviar.Los síntomas más comunes son:
Fiebre. El virus de la gripe A, aumenta la temperatura corporal de una manera más súbita que la gripe convencional. Para evitar la deshidratación de los niños producida por el calor corporal, es muy importante que los pequeños beban constantemente. Una de las opciones más recomendada son los zumos de cítricos. Lo ideal es tomarlos directamente exprimidos de la fruta y al instante de prepararlos, pero existen opciones comerciales que conservan todas las propiedades de la fruta recién exprimida.
Dolor muscular. Es un síntoma que cursa con mucha intensidad, incluso mayor que la de la gripe estacional común. Es un tema difícil para los pequeños, pero se pueden aliviar propiciando suaves masajes con aceites naturales o los más atrevidos tomar infusiones con efecto relajante para los músculos tales como el orégano o el jengibre.
Ardor en los ojos. El ardor y picor de ojos no es un efecto propiamente de la gripe A, sino un reflejo del aumento de la temperatura corporal. Se pueden aplicar sobre los párpados de los niños cuando están estirados en la cama gasas con camomila o manzanilla, pero perecen rápidamente. La opción más recomendada está en las farmacias, donde encontramos colirios suaves hechos a base de extractos de dichas hierbas aromáticas.
Decaimiento. El cansancio extremo y la falta de vitalidad pueden en el caso de la gripe A prolongarse hasta dos semanas. Las ampollas de jalea real, los complejos vitamínicos, las leches fermentadas con Lactobacillus o las cápsulas de ginsen, son una buena opción para que los pequeños vuelvan a su ritmo natural y recuperen el desgaste de sus defensas.
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