Correa se perfila como el máximo favorito en las elecciones de Ecuador

BUENOS AIRES - En Iberoamérica el proceso se repite. Presidentes populistas de izquierdas radicalizan sus discursos y llegan al poder. Y lo hacen para quedarse, como Rafael Correa, que siguiendo la senda bolivariana cambió la Constitución y hoy se presenta como el máximo favorito para ganar estos comicios.De confirmarse las encuestas, lo de Correa será un paseo. Con un 50% de intención de voto, el mandatario saldría reelegido en primera vuelta muy por delante –20 puntos– del ex presidente Lucio Gutiérrez, derrocado en abril de 2005. Su otro opositor más visible es el magnate bananero Álvaro Noboa, de derechas, a quien ya venció en segunda vuelta en los comicios de 2006. Estabilidad políticaCon estos comicios, el presidente podría incrementar aún más su ya amplia fortaleza política, tras dos años de gestión en los que ha salido victorioso de todos los procesos electorales en los que han participado él o su partido, Alianza País.Además, Correa, que asumió el poder en enero de 2007, rompió el récord de tiempo de gestión de un presidente en los últimos años, logrando cierta estabilidad política después de que sus tres predecesores fueran derrocados por protestas callejeras, alentadas por la frágil economía ecuatoriana.Correa, un economista de 46 años, se define como «cristiano de izquierdas». Llegó al poder con la consigna de transformar política y económicamente al país con iniciativas como instalar una Asamblea Constituyente para que redacte una nueva Constitución e instaurar en el país el «socialismo del siglo XXI», objetivo que comparte con sus homólogos de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales.Con un discurso de cambio y de confrontación, Correa mantiene altos niveles de popularidad fortaleciendo las medidas sociales.Aquí radica el secreto de su éxito: dar prioridad al desarrollo social sobre el crecimiento económico y el pago de la deuda exterior. Un sistema clientelista que además asegura los votos de las clases más desfavorecidas del país –un 40%–. De todas formas quien gane las elecciones se enfrenta al desafío de lidiar con el impacto de la crisis mundial y el manejo de la renegociación de la deuda externa. El capítulo que comienza hoy parece destinado a llevar por título el mismo famoso eslogan que ayudó a llegar a la Presidencia al ex mandatario estadounidense Bill Clinton: «Es la economía, estúpido».El bolsillo es lo que importa y en 2009 las cuentas de Ecuador tendrán que ajustarse al hecho de que el petróleo ya no brilla como antes. Las ventas de crudo representan más de la mitad de los ingresos por exportaciones para la nación suramericana.Los niveles estratosféricos que alcanzaron sus precios en años recientes le permitieron a Correa financiar programas de ayuda a los más necesitados, una estrategia sobre la cual se fundamentó en gran medida la popularidad de la que goza. A esto se suma una disminución significativa en las entradas por concepto de remesas, otra importante fuente de dinero para Ecuador.