Dos híbridos en los que la gasolina aumenta la autonomía del motor eléctrico

Un coche híbrido está provisto de dos motores, uno de gasolina o gasoil y otro eléctrico. Tras consolidarse este modelo, también conviven en el mercado los puramente eléctricos, que se recargan como un teléfono móvil y no generan emisiones directas. Pero el problema es que su autonomía imposibilita que llegue a planearse esta solución como el coche principal de una familia, que le permita hacer un viaje largo. «Hay que ser realista. El cliente quiere un vehículo ecológico, pero con las mismas prestaciones que el que tiene, que sea seguro, que pueda viajar lejos y cogerlo cuando lo necesite», asegura Gherardo Corsini, director de Desarrollo Avanzado de Vehículos de GM Europa.La siguiente vuelta de tuerca en el campo de los coches «verdes» viene de la mano de General Motors con el desarrollo de dos vehículos, el Chevrolet Volt y el Opel Ampera (previstos para finales de 2010 y 2011, respectivamente). Amén de que su diseño resulta atractivo, estos modelos –bautizados como eléctricos de gran recorrido– esconden una apuesta innovadora. Su batería de 220 celdas y 16 kWh es de ión-litio y se carga por completo en apenas tres horas. Gracias a ella, el coche puede recorrer 60 kilómetros. Parece poco, pero las estadísticas reflejan que el 80 por ciento de la gente no recorre más de 50 km al día. Con todo, cuando el conductor está obligado a cubrir distancias más largas no tendrá que preocuparse, ya que el coche cuenta con un generador de electricidad alimentado por gasolina con el que podrá recorrer hasta 500 km más sin problemas. El papel del derivado del petróleo es diferente. No propulsa el coche, sólo ayuda a generar más electricidad, ése es el aspecto revolucionario del sistema Voltec desarrollado por GM. Queda así solucionado el problema de la limitada autonomía de los eléctricos puros. Además, sólo hace falta coger papel y lápiz para darse cuenta de los enormes ahorros. Los fabricantes estiman que el uso de un Opel Ampera, por ejemplo, implica un ahorro de 1.700 litros de gasolina al año para un usuario que haga unos 22.000 km al año a un ritmo de unos 60 cada día. Para las personas que recorren 36.500 km al año y cerca de 100 al día el ahorro en combustible es de 2.200 litros. Las pruebas de consumo reflejan un gasto de 1,6 litros por cada 100 km con una emisiones medias inferiores a 40 gramos por km recorrido, tres veces menos que un vehículo convencional. Además, ni por un momento piense que el coche no va a responder. Su velocidad máxima es de 161 Km/h y acelera de 0 a 100 en nueve segundos.Vector energéticoLa otra gran apuesta del grupo son los coches de hidrógeno. Por su tubo de escape sólo sale vapor de agua. Como otras marcas, ya han demostrado que es factible circular con estos vehículos (cuando haya gasolineras con hidrógeno, claro). En Alemania y EE UU distintas empresas y particulares están siendo los valedores de esta tecnología. Al volante del Hydrogen4 de GM, lo primero que llama la atención es el silencio relajante que garantiza la ausencia de motor. El coche –y sólo es un prototipo– puede recorrer más de 300 kilómetros y su velocidad tope es de 160 por hora. La recarga de hidrógeno dura apenas tres minutos. Una vez se ve que la tecnología funciona, queda el gran reto por delante, separar la molécula de hidrógeno contenida en el agua requiere una gran cantidad de energía con la tecnología actual. Si ésta no procede de fuentes limpias el propósito de acabar con la emisiones en el transporte quedará en nada.