Atlético de Madrid
El Atlético no tuvo enemigo
Madrid- El Atlético no tenía a nadie enfrente, pero le costó ganarle. Un poco de voluntad le bastó al Aberdeen para aguantar casi la mitad del partido con la portería cerrada. Hasta que Agüero se inventó un penalti que Forlán convirtió en el primer gol del encuentro. Quedaban pocos segundos para el descanso y el Calderó respiró.
Los escoceses no habían enseñado nada que hiciera temer al Atlético por el resultado. Pero el Calderón se ha acostumbrado a medir sus emociones en gritos de gol. Y ayer estuvo demasido tiempo callado.
Ocasiones habían tenido los rojiblancos, pero se habían estrellado siempre contra el guardameta Langfield o contra el poste, como el primer lanzamiento de Pernía.
Con el resultado a favor, los escoceses fueron haciéndose más pequeños cada vez. Y volvió a golpear el Atlético con la pelota parada. Simao lanzó un libre directo que el guardameta escocés desvió al poste. El rebote lo devolvió su espalda al interior de la portería. Los rojiblancos demostraron que pueden ganar y respetar el corazón de sus aficionados.
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