El marido de Bosch niega la demanda

A media tarde de ayer llegaba a las redacciones de los medios la versión de los hechos de Alberto Martín, el todavía esposo de Lydia Bosch, a quien la actriz ha denunciado por la supuesta comisión de abusos sexuales, al parecer a una menor del entorno de la pareja, y de quien ha solicitado el divorcio de manera inminente. El arquitecto ha lanzado su propio comunicado «ante la pluralidad de informaciones inciertas aparecidas en la Prensa después de su improcedente detención y como consecuencia de los escritos realizados por la representante legal de Micky Molina y la defensa de doña Lydia Boquera de Buen». Alberto Martín niega rotundamente la veracidad de los hechos imputados, «falsedad que ya se ha puesto de manifiesto en el procedimiento tramitado como consecuencia de la calumniosa denuncia interpuesta» por la actriz. Así, «la constatación judicial de la falta de solvencia de los hechos denunciados, que consisten en haber besado, supuestamente, a la menor en la boca hace cinco años, ha tenido como consecuencia la inmediata puesta en libertad sin fianza» del arquitecto. El siguiente punto del escrito deja clara «la denegación expresa de las medidas cautelares exclusivamente solicitadas por la denunciante, resaltando que ésta fue apoyada por el Ministerio Fiscal». Al parecer, en el momento de poner la denuncia, el matrimonio ya se encontraba inmerso en un proceso de divorcio contencioso, que empezó Lydia Bosch el pasado día 17. De ahí que el comunicado haga hincapié en la existencia de un trasfondo sobre la resolución del procedimiento de familia, que también comenzó la actriz, después de romperse las negociaciones encaminadas a la solución consensuada de la crisis familiar. Así, prosigue, «la denuncia ha sido interpuesta ante la negativa de don Alberto Martín a firmar un convenio regulador exagerado». El arquitecto Alberto Martín quiere de esta manera limpiar su imagen. «Reafirma -añade el comunicado- la vigencia del derecho a la presunción de inocencia, motivo por el que exige que los medios de comunicación no se hagan eco de información no contrastada que perjudica el honor y la imagen de nuestro cliente y afecta a toda su familia. Y, siempre que existan menores involucrados, reclama el máximo respeto y cautela». 3