El Palau de la Música al descubierto

El Palau de la Música esconde al visitante millones de matices. Su ubicación, enclaustrada dentro del laberinto de edificios que van a dar a Via Laietana, protege sus millones de perspectivas. Su enigma, sus misterios, su historia, sus tesoros ocultos, todo sale a la luz ahora con el libro «El Palau» (Triangle Postals), que recoge a través de 200 imágenes las diferentes estampas del coliseo modernista de Domènech i Muntaner. «Como las grandes sinfonías clásicas, siempre hay cosas nuevas que descubrir de este edificio y este libro nos las muestra», señaló ayer Lluís Millet, consejero musical de la institución y nieto de su fundador. El libro cierra los actos del centenario del Palau y cuenta con una introducción del prestigioso crítico de arte Robert Hughes, en el que no tiene reparos en comparar a Domènech i Muntaner con Gaudí y quejarse del olvido en el que ha caído el primero. «Es injusto, pero en cierto modo un alivio, pues si Domènech estuviera encumbrado en la leyenda, la adoración y la fantasía popular que se asocian al nombre de Gaudí, no habría forma de penetrar entre las multitudes que sitiarían el Palau», escribre el que fuera durante 30 años el crítico de arte de la revista «Time».La edición a corrido a cargo del historiador Jordi Falgàs, para quien el libro supone una oportunidad única de adentrarse en los secretos del templo de la música. «Permitimos redescubrir el edificio de dos maneras. Mostramos lugares que no son accesibles para el visitante y descubrimos lugares que no son los habituales», dijo Falgàs.El libro sobre todo aspira a poner el edificio en perspectiva con la gente que ayudó a levantarlo y los visitantes que hoy día disfrutan de él.