Entre la gripe y la píldora

Entre la píldora postcoital y la gripe A estamos buenas, le dijo Trinidad Jiménez a Carme Chacón. Y las dos se rieron mucho, como si la suya fuera una conversación de amigas en la que se mencionaban un par de problemas de los que hay que tratar con humor. Siempre me he declarado fan incondicional tanto de Jiménez como de Chacón; encuentro que la primera es una mujer respetuosa que suele propiciar el consenso entre políticos y la segunda una mujer decidida capaz de afrontar cualquier reto. Por eso creo que se merecen un pescozón mayor en estos días en los que la gripe A ha unido sus ministerios, sin que se haya visto más trabajo en común que el de la dichosa frasecita. Hasta ahora los españoles nos habíamos sentido seguros con la gestión de Sanidad en una crisis internacional, que se había manejado con prontitud y destreza… Pero ahora va la gripe, se cuela en un cuartel de Hoyo, que los niños de un colegio van a visitar, y todo se enreda. Y se enreda porque se ve eso: que los ministros hablan más en los pasillos del Congreso que en los despachos. Qué bueno que haya debates para olvidar que el trabajo se destruye y que no hay vacuna ni píldora que lo evite.