Error estratégico

El PSOE tiene fama de ser un maestro en tácticas de comunicación, pero a decir verdad, en las elecciones europeas del pasado domingo, los estrategas socialistas se equivocaron desde el punto uno, y a partir de ese error, rectificar resulta muy difícil por falta de tiempo. El primer traspié socialista fue el vídeo que ahora querría no haber hecho en el que resucitaba el fantasma del miedo y presentaba al centro derecha como un partido clasista, racista, xenófobo, reaccionario. Es verdad que al darse cuenta del resbalón lo enviaron inmediatamente al baúl de los recuerdos, pero ya era tarde.
Las cortinas de humo desatadas en su afán por sacar fuera de campaña una realidad tangible como la crisis, que afecta a cientos de miles de familias españolas, se volvió en su contra. Primero fue la ley del Aborto y Aído afirmando que un feto de trece semanas era un ser vivo, pero no humano, o que una joven de 16 años con capacidad de ponerse tetas sin permiso paterno también puede decidir interrumpir el embarazo. Estas aseveraciones despertaron un agudo enfado entre parte de sus correligionarios, que se agravó al lanzar la idea de que una niña de 13 años podría comprar en la farmacia la píldora del día después sin receta. Por no hablar de la conjunción interplanetaria de Pajín o de la nefasta administración política del «caso Gürtel». De hecho, el PP en Valencia ha obtenido un magnífico resultado y en Madrid, también.