Caracas

Herberth Bayardo: «Cometimos un delito al sacar a Zelaya del país»

Los militares lo justifican porque querían evitar un «baño de sangre»

Zelaya evita a la prensa a su llegada a San Salvador, donde se entrevistó con el presidente Funes
Zelaya evita a la prensa a su llegada a San Salvador, donde se entrevistó con el presidente Funeslarazon

Tegucigalpa- El máximo asesor jurídico del Ejército hondureño admite, en una entrevista concedida al periódico digital de El Salvador «www.elfaro.net», que los militares trasgredieron la ley al sacar al presidente Manuel Zelaya en un avión hacia Costa Rica. –¿Como se explica jurídicamente lo que ha pasado en Honduras?–Desde mediados de abril estábamos asesorando al jefe del Estado Mayor para que no comprometiera a las Fuerzas Armadas en una orden ilegal del Ejecutivo.–¿Qué les hacía pensar que podían darles una orden así?–Por la situación que se venía dando desde el convenio con Venezuela sobre el ALBA.–¿Manifestaron su inconformidad al presidente Zelaya?–Mi obligación no era decírselo al presidente Zelaya, sino al jefe del Estado Mayor Conjunto.–¿Y qué le respondió?–Él era consciente, pero tenía que esperar a que le dieran las órdenes para tener una base legal y responder. No hay que ser muy inteligente para ver lo que ha sucedido en Bolivia, Ecuador y Venezuela, para saber qué es lo que viene. –Desde entonces ustedes ya evaluaban el riesgo de tener a Zelaya como presidente…No. Con el presidente Zelaya mantuvimos una excelente relación. El problema llega cuando él da esa orden ilegal de emplear las Fuerzas Armadas para apoyar el proceso de la encuesta. Como soldados, no estamos subordinados a una persona sino al cargo, a la ley. Zelaya dijo que no nos iba a meter en ese problema, y nos mintió. ¿Han visto cómo miente en los medios de comunicación? Él nos engañó a nosotros. –¿Qué pasó el 24 de junio?–Nos personamos en la Casa Presidencial con la Junta de Comandantes y se le dijo al presidente que la orden no se iba a cumplir porque era ilegal. Y él, en una conferencia de prensa, destituyó al jefe del Estado Mayor. –Él era el comandante en jefe...–Pero estaba fuera de ley. –¿El Ejército le veía con recelo?–El presidente estaba utilizando a las Fuerzas Armadas como una herramienta política, y el hecho de llegar por el voto a la Presidencia no le da derecho a delinquir.–¿Cómo justifica legalmente llevarse al presidente en un avión?–El presidente, a la cabeza de una turba, asaltó el viernes la Fuerza Aérea para llevarse un material confiscado por el Ministerio Público. El comandante de la Fuerza Aérea tenía dos opciones: disparar a la muchedumbre o abrir los portones. Aunque no nos gustó que se invadiera la Fuerza Aérea, el comandante tomó la decisión acertada: no disparó. Cuando decidimos sacar a este señor del país se hizo en una situación similar. ¿Qué era más beneficioso, sacarle de Honduras o presentarlo al Ministerio Público que una turba asaltara y que nosotros tuviéramos que disparar?–Dice «nosotros tomamos la decisión». ¿Quiénes la tomaron?–La Junta de Comandantes.–¿Se da usted cuenta de que para la comunidad internacional el punto de ruptura es cuando el ejército rapta al presidente y lo pone en un avión?–No se le rapta. Hay un juez.–Pero el juez les pide literalmente ponerlo a la orden de la autoridad correspondiente.–Había que correr ese riesgo para evitar un derramamiento de sangre. Mire, la Corte lo debería haber inhabilitado porque ya no respetaba a nadie aquí. Públicamente acusaba al presidente del Congreso de estar drogado, amenazaba al fiscal del Estado. ¿Qué se puede esperar de una persona en ese estado? Pensar que a ese señor lo tuvimos como comandante en jefe… nos da frío.–Pero ese señor que usted dice que «les da frío» fue elegido para ser presidente. –Él es de un partido de centro izquierda. Empieza a girar desde que el año pasado Chávez lo pone en evidencia públicamente. –El fiscal general adjunto anunció que se investigará a quienes dieron la orden de sacar al presidente Zelaya del país.–Es un procedimiento normal. En su momento nos llamarán. Y si consideran que incurrimos en un delito, nos deducirán las responsabilidades que correspondan.–¿Lo aceptarían?–Claro que sí. Estamos sometidos a la ley. Tenga la completa seguridad. Nosotros sabemos que van a llegar requerimientos. Porque sabemos que ahí hay un delito. En el momento en el que nosotros lo sacamos del país, en la forma en que se sacó, hay un delito. Lo que pasa es que hay un eximente que nos va a proteger. –¿Aceptarían un acuerdo político para que regrese Zelaya?–Si eso llega a suceder, será el principio del fin del Estado de Derecho en Honduras. Porque él no va a cambiar, va a seguir con sus ideas izquierdistas. Si esa encuesta de opinión se hubiera realizado, a las 18 horas del mismo domingo instalaban la Constituyente, disolvían el Congreso y la Corte Suprema, destituían al fiscal general y descabezaban los mandos militares. Lo mismo se ha hecho en otros lados.–¿Se siente más cómodo el Ejército con un presidente de derechas que con uno de izquierdas?–Difícilmente nosotros, con nuestra formación, podemos tener relación con un G obierno de izquierda. Yo me hubiera retirado. Mis principios no me hubieran permitido comulgar con eso.–¿Zelaya es de izquierdas?–Es de una izquierda de mentiras. Es un ganadero que ha vivido siempre como un burgués.–¿Y si al final se dan las condiciones para que Zelaya regrese a la Presidencia?–Yo pido la baja y me voy del país, porque nos van a perseguir igual que los políticos que han estado involucrados en esto.

«Si es inteligente, no regresará a Honduras»–Probablemente si el presidente Zelaya hubiera llegado a imponer su consulta, sería él el que estaría bajo el escrutinio internacional, ¿No cree?–No. A la comunidad internacional no le interesa eso. Lo han hecho Chávez, Correa, el otro de allá. Y nadie ha dicho nada. Chávez acaba de defenestrar al alcalde de Caracas, elegido por votación popular, y ha nombrado otro él. ¿Quién le ha dicho algo? Nadie. Confiscó empresas y nadie ha dicho nada. Confiscó medios y nadie dice nada.–¿Ve difícil que el presidente vuelva al país?–Imposible. Si es inteligente no regresará a Honduras. Ya Chávez dijo que no venía porque tenía temor a un francotirador.–¿Debe tenerlo?–Cuando vino nos insultó a todos, y el Gobierno lo permitió. Debe de tener miedo, claro.

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