Historia

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Hitler regresa a la prensa alemana

POLÉMICA/UNA EMPRESA REPRODUCE PERIÓDICOS EDITADOS DURANTE LOS AÑOS DE ASCENSO NAZI

Hitler regresa a la prensa alemana
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Más de un alemán se llevó un buen susto el pasado fin de semana al acudir a los kioscos. Junto a los diarios y revistas acostumbrados, una portada proclamaba en letras góticas: «Hitler canciller». 300.000 ejemplares de un coleccionable sobre la prensa diaria del Tercer Reich habían inundado los puestos de venta de todo el país. Cada dos semanas aparecería en el mercado una nueva entrega, consistente en tres facsímiles de periódicos y un pequeño cuadernillo explicativo del contexto histórico. Cuando se cumplen 76 años del ascenso de Adolf Hitler al poder, la exhibición de cualquier simbología nazi sigue constituyendo un delito en Alemania. Por eso, el proyecto -dirigido por varios historiadores de prestigio- enseguida quedó oculto tras una nube de polémica. «Esos textos forman parte de una realidad horrible de la que muchos judíos no lograron escapar», manifestó entonces la presidenta del Consejo Judío de Alemania. «Sólo pretendemos ofrecer una imagen completa de la época, no sólo con las noticias políticas, sino también con los anuncios clasificados o la sección de deportes», se defendió la directora de «Zeitungszeugen», Sandra Paweronschitz. La empresa editora se comprometió a reproducir en cada fascículo un diario opuesto al nazismo, apelando incluso a la única prensa en alemán que pudo leerse contra Hitler durante la guerra: la sufragada por los exiliados en el extranjero. Así, en la primera entrega, junto al radical «Der Angriff» -coordinado por Joseph Goebbels, ministro de Propaganda del Tercer Reich- aparecían las copias de una cabecera comunista y otra moderada. Y el próximo número debía colocar en el mercado un duplicado del «Völkischer Beobachter», el diario oficial del régimen. Pero cuando la controversia parecía apagarse, el ministerio de Finanzas bávaro se ha erigido en principal obstáculo del coleccionable. En 1945, los derechos de la editorial Eher (bajo cuya firma se publicaron no sólo el «Völkischer Beobachter», sino también libros como el «Mein Kampf») pasaron a estar en poder del estado bávaro. El mismo desde el que ayer se anunciaban medidas legales para impedir la reedición del mascarón de proa de la prensa nazi. El veto bávaro puede originar ahora un secuestro de los ejemplares del primer número que aún quedan en los kioscos y, con casi total seguridad, el abandono del proyecto.