Roma

Imperial Nadal

Imperial Nadal
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Suma y sigue. Roma ya es tierra reconquistada. Rafa Nadal logró en el Foro Itálico su quinto título de la temporada, la cuarta victoria en el torneo italiano, el décimo quinto Masters Series de su carrera... El recuento de récords resulta mareante... Y lo que queda. Novak Djokovic, dos semanas después de caer en Montecarlo, también claudicó en Roma. Lo hizo sin la resistencia de entonces: en dos sets y con el convencimiento de que enfrente hay un jugador poco menos que invencible. Estuvo muy cerca de él en el primero. En el segundo la distancia fue sideral. «Ya pensaré en la historia cuando termine mi carrera, ahora estoy con los pies en el suelo. Lo que debo hacer es valorar todo lo que estoy haciendo y prepararme para cuando vengan los momentos difíciles», aseguró el número uno del mundo minutos después de derrotar al serbio.Nadal abandona Roma todavía más fortalecido, si eso es posible. No es cuestión de números, que también. Federer cada vez está más lejos, a 6.000 puntos. Andy Murray, que ahora es el perseguidor del suizo, y «Nole» están a años luz en la clasificación de la ATP. Pero lo importante son las sensaciones que se desprenden en la pista tras las últimas semanas. En el Godó sufrió un ratito. Fue en la final ante Ferrer y durante cuatro juegos. Nada más. En Roma vivió tranquilo hasta los juegos previos al «tie-break» del primer set ante Djokovic. Entre el décimo y el duodécimo de la primera manga pasó malos momentos, los únicos en todo el torneo. Sufrió dos «breaks», pero tuvo la serenidad suficiente para mantener la calma. En el desempate todo resultó de lo más familiar.El serbio llegaba aparentemente en mejores condiciones. Había forzado el «tie-break» después de dos rupturas, pero Rafa, y eso es lo que le hace distinto, no se inmu- tó. Reseteó los juegos anteriores y se centró en su nueva misión. La fragilidad de «Nole», que mucho antes ya había estrellado su raqueta contra el suelo, hizo el resto. El de Belgrado logró un «mini-break», pero regaló los siguientes tres puntos con otros tantos errores no forzados.La resistencia de Djokovic se prolongó hasta el sexto juego del segundo set. Un «break» fue el principio del fin para el balcánico. Nadal se limitó a comprobar có- mo su rival se desquiciaba sin remedio. Llegaron los gestos histriónicos, los aspavientos, las miradas a la grada, las subidas sin sentido... Y Rafa, tan tranquilo. Un revés a dos manos después de sal- var dos voleas le bastaron para cerrar el partido.«Todos los años pienso que es difícil mejorar la temporada anterior, pero...», aseguró con modestia el mejor jugador del mundo. La temporada de Nadal es intachable. Sus siguientes grandes citas son Madrid –el torneo arranca el próximo sábado– y la búsqueda de su quinto Roland Garros consecutivo. «Estamos todo el equipo muy contento por cómo nos están marchando las cosas en el arranque de la campaña de tierra. Ten- go que disfrutar del momento, porque es increíble ganar nuevamente en Roma», aseguró, y luego tuvo un mensaje para Djokovic: «Quiero dar la enhorabuena a No- vak por su mejora en las últimas semanas en tierra. Seguro que si sigue jugando así algún día podrá ganarme», aunque su rival no pa- recía pensar lo mismo.