«Indefensos ante Lipasam»

«¿Guarda el alcalde el contenedor en su casa?». La pregunta, enarbolada en una pancarta, resume el hartazgo de los vecinos del entorno de San Esteban y la Alfalfa con un problema que les atañe muy de cerca, la implantación por parte de la empresa municipal de limpieza (Lipasam) de los contenedores de basura individuales dentro de sus casas. Una treintena de residentes en esta zona cortaron ayer durante una hora la calle Águilas, a la altura de la plaza de Pilatos, en protesta por esta medida «insalubre». Rodeada de lemas contra los contenedores y de bolsas de desechos, Milagros Peruyera, portavoz de la plataforma Centro Vivo, clamó contra una iniciativa que, «ahora que viene el calor, es altamente insalubre».
«No se nos ha echado cuenta desde Lipasam y ni siquiera han hecho caso a una encuesta que hicieron ellos mismos en la que el 90 por ciento de los vecinos rechazaba los contenedores», denunció Peruyera, al tiempo que recordaba los problemas que acarrean los contenedores individuales para las personas mayores. Además, la portavoz defendió que «no se justifica el incremento de los impuestos en recogida de basuras, si después se nos dan estos servicios».
Los vecinos mantuvieron una última reunión con Lipasam el 20 de abril. Desde entonces, el silencio. «Las personas mayores estamos indefensas ante Lipasam», alertó José Villalobos, portavoz vecinal de Torre del Oro-Alfalfa, quien cifra en cerca de 40.000 los afectados por esta medida que el Ayuntamiento pretende ampliar a todo el casco antiguo. Villalobos explicó que el problema de la recogida de basuras se ha trasladado al entorno de San José y San Ildefonso, en cuyos contenedores los vecinos de la Alfalfa dejan sus desechos. La plataforma vecinal auspicia una vía de diálogo y consenso con Lipasam para resolver el problema y miran con envidia el soterramiento en otras zonas. «Si hay basura soterrada en el Pumarejo y en la Alameda, ¿por qué aquí no?».

Posible parada en los juzgados
La polémica de los contenedores individuales en el centro histórico, que ya ha provocado varias manifestaciones vecinales, podría acabar en los juzgados. Las asociaciones que rechazan la medida están a la espera de que el Ayuntamiento responda a un recurso que elevaron contra la implantación del sistema individual. Si tras los dos meses de cortesía el Consistorio no responde a los vecinos, la plataforma podría acudir al Juzgado Contencioso-Administrativo. Además, dicen, «estamos dispuestos a rascarnos el bolsillo» para frenar esta medida impopular.