Indra: Crisis qué crisis

Javier Monzón (Madrid, 1956) es una de esas personas que a más de uno daría envidia. Cualquier estudiante de empresariales querría ser como él y cualquier ejecutivo senior tener su carrera y, sobre todo, sus ideas. Y no ya tanto por el perfil de su currículum (actual presidente de Indra, director de grandes empresas de Caja Madrid, presidente de Telefónica Internacional y director general, socio internacional de Arthur Andersen y consejero de ACS e YPF, entre otros cargos), sino por ser ese tipo de empresarios que le saben sacar provecho a una crisis. Cuando se mira lo hecho por Monzón, es de esas veces que cualquier empresario se ve en el espejo y se pregunta: ¿y cómo no se me ocurrió a mí antes? Y es que cuando los mercados tradicionales naufragan en una crisis interminable, a Indra se le ocurre abrir en Europa del Este, Norte de África, Oriente Medio y la India. Inmaculados. Cuando empresas y Estados empiezan a recortar gastos en hardware, Indra les fabrica las aplicaciones que necesitan para ser más eficientes y ahorrar, y cuando las empresas agonizan por la falta de contratos, Indra empieza a recibir los frutos de contratos millonarios firmados hace dos y tres años. Por todo eso Indra aumentará sus ingresos este año, entre un cinco y un siete por ciento y, por lo mismo, cerró 2008 con un beneficio de 180,9 millones. Lo dicho. ¿Cómo no hay más monzones?