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Museo Reina Sofía

La afición

La Razón
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on el puente, si mucha gente se va de la capital, también hay que reconocer que vienen oleadas de visitantes de provincias a disfrutar de la oferta madrileña. Hasta he visto estos días cómo la plaza de Chueca se llenaba de gays de todos los pueblos haciendo turismo en la zona rosa. Hay quien dice que, sobre todo, se viene a empapar de cultura, sobre todo a visitar los museos, el Thyssen, el Prado, el Reina Sofía, a hacer cola para contemplar las exposiciones. Pero me temo que, al final, sobre todo se viene a hacer fila en El Corte Inglés, y la afición a la pintura consigue que se hagan aglomeraciones en la sección de cosméticos. Qué sería de la belleza sin el arte para convertirse en cuadro. Una de estas revistas que vienen con el periódico, el «¡Qué me dices!», nos muestra a algunos de los mitos de la hermosura femenina sin maquillar, para ver si las seguimos viendo guapas. Desde Penélope Cruz a Victoria Beckham, pasando por Heidi Klum, Genoveva Casanova, Kournikova, la Herzigova, Chenoa, Beyoncé, Cameron Diaz, Kate Moss, Teri Hatcher y Jennifer Lopez, entre otras.

 

Sin tapujos

Y a mí, lo que parece una crueldad, como de regodeo en un: «¡Miren cómo al natural no son para tanto!». Por el contrario, me parece un detalle para redescubrir la belleza femenina sin vergüenza y sin tapujos. Si bien nos gustan los medios para divinizarse, como por ejemplo, las cremas, polvos, pinturas y afeites, también hay que reconocer el valor de la cara lavada tal cual, que nos devuelve a los atributos desnudos del alma y su expresión sin engaño. Peor es llevarse sorpresas por la mañana al despertarse.

 

El calvo de la lotería

Puestos a venir a Madrid a ver variedad pictórica y, de paso, hacer compras, lo cierto es que de las mejores cosas que se pueden hacer es pasar por el «Supermercart», esa estupenda idea de vender obras de todo tipo de autores a precios de oferta, que este año promociona Mariajo Gil y donde, con un poco de olfato, se encuentran verdaderas gangas. Lo interesante es ver que la idea del arte como algo elitista y a veces prohibitivo puede convertirse en producto popular al alcance de cualquiera. Luego se puede ir a los museos a ligar o incluso a llevarse una foto dedicada de Tita Cervera.

Este año no sabemos si sacan al señor de la cabeza depilada a anunciar la lotería. Pero como no sabemos ni dónde comprar, ni si nos va a tocar, lo mejor es confiar en el que ahora llaman el Calvo de la lotería. Nada menos que a Rodrigo Rato, con su abrigo de pelo de camello. Lo que tiene su gracia por el aspecto, y vaya usted a saber si va a acabar sacando de la ruina al país. Mientras tanto, dicen que lo único seguro que nos va a traer el sorteo de Navidad es la visita de las Spice Girls en concierto. No sé si con la entrada a precio de décimo. Todas ellas con sus churumbeles respectivos. Pues nada, todos a pintarla.