Sao Paulo

La Biblia del fútbol

RICARDO IZECSON SANTOS LEITE, KAkÁ / JUGADOR DEL MADRID

La Biblia del fútbol
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Antes de acostarse, Romario necesitaba salir un poco, más o menos, toda la noche. Antes de dormir, Ronaldo pedía una pequeña fiesta en su casa: música y muchas invitadas. Y Ronaldinho, antes de descansar, quería bailar un rato, mientras pasaba toda la noche sin que se diese cuenta. Los últimos grandes brasileños de la Liga española iban con la samba pegada al balón y a los tacones. Antes de meterse en la cama con su mujer, Kaká, el nuevo jugador del Real Madrid, lee la Biblia.En Europa Kaká, llamado así porque su hermano no sabía decir su nombre, es un brasileño atípico. Tan buen futbolista como los otros, pero mucho más casero. Su único vicio es jugar al Mario Kart en la «Play» y no se le va a ver por las discotecas, ni va a protagonizar ningún escándalo. Alguien que es capaz de llegar virgen al matrimonio ya ha demostrado que puede con todas las tentaciones de la noche. Él juega al fútbol, reza y vive en familia. Aunque no en ese orden: «Lo primero es la religión, después la familia y después la profesión».Cuando el Real Madrid le dijo que eligiese número para su camiseta, lo primero que pidió Kaká fue no molestar a nadie en el vestuario.Discreto fuera del campo, con un balón es imposible no verle. Uno juega como es y Kaká de cor- te es elegante, rápido, con una zancada espectacular. Demoledor sin dar patadas, líder sin alzar la voz. Kaká siempre va con la ca- beza alta cuando conduce la pelota. Destacó en el Sao Paulo cuando ascendió desde los juveniles y, tras el primer entrenamiento, nunca volvió al filial. Fue en esa época, con 18 años, cuando se lanzó a una piscina que no tenía agua. Se rompió una clavícula y pudo quedarse paralítico. Ahí vio cómo su madre rezaba por él y no lo ha olvidado.Leonardo, actual entrenador del Milan, lo llevó a Italia en 2003, con 21 años, y Kaká enseguida se adaptó al fútbol europeo. En el Milan ha ido cogiendo jerarquía y aprendió que no se podía ir en chándal. Se decidió por Armani y viste sus trajes con la misma elegancia con la que juega al fútbol. Desde ayer Kaká ya tiene una nue- va casa donde pasearse con el balón y después, al celebrar las victorias, mostrar su camiseta: «I belong to Jesus».

CIFRAS DE ESTRELLA27 años9,6 millones de euros de sueldo al año6 temporadas65 millones le ha costado al Madrid