La unidad sindical contra el Gobierno de Sarkozy se agrieta

parís- Querían que fuera un 1 de mayo histórico. Demostrar que la presión contra la política de Nicolas Sarkozy no ha perdido fuelle en un contexto económico difícil en el que Francia se despierta cada día con 3.000 nuevos despidos e incesantes reestructuraciones de empresas. Sin embargo, lo único que quizá pase a la historia es la foto. Por primera vez las ocho principales organizaciones sindicales se manifestaron ayer juntas tras una misma pancarta y un mismo lema. Las cifras, por su parte, tienen poco de históricas si se comparan a las dos grandes movilizaciones de enero y marzo a las que aspiraban a igualar. Si bien es cierto que, para la simbólica fecha, la asistencia fue nutrida, los 3 millones de personas reivindicados por los sindicatos en las precedentes jornadas de huelgas generales y manifestaciones de este año contra Sarkozy quedan lejos. En París apenas desfilaron la mitad de los 300.000 del pasado 19 de marzo, según los organizadores; 65.000 según la Policía . La convocatoria en la que oposición y sindicatos apelaron a protestar contra el plan anticrisis francés y las reformas emprendidas por el presidente galo, debía servir sobre todo para medir el estado de salud de la unidad sindical. Las centrales contaban con reeditar el éxito de las dos últimas citas y ante el mitigado efecto que ha tenido el llamamiento de ayer, comienzan a surgir ya las primeras fisuras y los primeros desacuerdos. Sindicatos más moderados como la CFDT ya advirtieron de que no apoyarán una huelga general de 24 horas en los próximos días como exhortó el secretario general de FO, afín al Partido Comunista y a otras formaciones de extrema izquierda.