Las clases del «borroka pijito»

VITORIA- Primero conmoción, después preocupación. Éstos son los dos sentimientos encadenados que provocó el pasado fin de semana la noticia de la detención, en Francia, del presunto etarra Alexander Uriarte, de 30 años, entre los alumnos a los que dio clase en dos colegios de Vitoria y sus padres.En concreto, según avanzó LA RAZON el pasado lunes, impartió Historia y Geografía durante algo más de un año a chavales de entre 12 y 13 años en el colegio católico de San Viator, del que se marchó a mediados del curso pasado para trasladarse al centro educativo San Prudencio. En este último, también en la Educación Secundaria, se encargó hasta el pasado mes de marzo, además de Historia, de la asignatura de Ética.Esta vida aparentemente normal era posible porque no estaba fichado por la Policía. En San Viator, quien ha resultado ser el miembro del «comando Aihur» de ETA, encargado de perpetrar un atentado «inminente» el próximo mes de mayo, coincidiendo presumiblemente con la investidura de Patxi López como lendakari, era conocido por su alumnado como el «borroka pijito».El motivo responde al contenido de las clases que el presunto etarra impartía, y a la ropa de marca que siempre lucía, algo que, unido a su atractivo, causaba sensación entre el alumnado femenino. Esta anécdota y otra que cuentan los chavales, relativa al frecuente cambio de coche de Uriarte, coexisten con vivencias muy duras.La primera lección de terrorismo que recibieron los estudiantes de San Viator se remonta al 22 de febrero del año 2000. Ese día, sufrieron el impacto de otra noticia: el asesinato a manos de ETA del político socialista Fernando Buesa, cuya mujer, Natividad Rodríguez, trabajaba en el centro educativo como psicóloga. La segunda, «que no pueden hablar con libertad de ciertos temas en el País Vasco», según explica la madre de un alumno de Uriarte, que pertenece a un colectivo de riesgo, bajo la amenaza terrorista. «Es muy fuerte tener que advertir a nuestros hijos de que es peligroso hacer ciertos comentarios en público, y es muy triste comprobar que viven en la misma espiral de inseguridad que nosotros», lamenta.Esta madre cuenta que otros padres de chavales que también acudían a las clases de Alexander Uriarte, y que son ertzainas, o pertenecen a las distintas Fuerzas de Seguridad del Estado o del empresariado vasco, también están «muy preocupados». No se les escapa la posibilidad de que su condición de profesor le diera acceso a datos de las familias de sus alumnos. Y es que según relatan, en una clase de tutoría Uriarte se dedicó a preguntar a sus alumnos a qué se dedicaban sus padres.Otra madre confiesa que su hijo tuvo un enfrentamiento con Uriarte el día de las Fuerzas Armadas por emplear el término España y no Estado español. Uriarte, sobrino del histórico miembro de ETA Eloy Uriarte («Señor Robles»), se encuentra ahora en prisión provisional, por orden de la Justicia gala, junto a Gorka Azpitarte y Jurdan Martitegi, el jefe militar de ETA con quien mantenía un encuentro en el momento de la detención, practicada en la localidad francesa de Montauriol.

La víctima sufre por partida dobleA Fernando Buesa lo asesinó ETA el 22 de febrero de 2000. Su viuda, Natividad Rodríguez, trabajaba como psicóloga en el mismo centro educativo que el etarra detenido el día 19.