Cerco a la corrupción

lección a la tránsfuga

La Razón
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Desconozco si el PSOE ha eliminado a María Ángeles Avilés, ex-concejala de Elx, mediante algún pacto secreto para que su posible imputación judicial no perjudique a los socialistas en las urnas, o si, por el contrario, le ha hecho la pirula y le ha dado su merecido a un cargo público que a punto estuvo de convertirse en tránsfuga y cambiar al Gobierno municipal de Alejandro Soler (PSPV). Personalmente, preferiría la segunda posibilidad, que la indecencia del transfuguismo haya tenido su merecido. Lo digo porque conviene recordar que Avilés tenía intención de favorecer una moción de censura contra su propio partido y, con ello, modificar la voluntad de sus conciudadanos expresado en las urnas. Esta operación se paralizó al obtener su dimisión con la promesa de incluirla en la lista europea del PSOE. El acierto fue total y la maniobra genial con un final feliz: la separación de la tránsfuga de la política. Se ha aplicado con todo su rigor la máxima de Servilio Cipión a los asesinos de Viriato «Roma no paga a traidores». Otra cosa es que el PSOE no haya resuelto su problema que, además de afectar a Avilés, imputa directamente al alcalde de haber usado ilegalmente el erario, delito que él mismo ha reconocido aunque lo quiera atribuir a un error. Eso debería bastarle para dimitir.