Miles de argentinos despiden a Alfonsín símbolo de la transición democrática

Buenos Aires- Luchador tenaz de la política y radical (centro) de toda la vida, Raúl Alfonsín pasa a la historia como el presidente que puso fin al horror de la dictadura argentina. Alfonsín deja atrás un fuerte legado de ética y decencia republicanas, con unánime reconocimiento, algo que no es usual en Argentina, donde se considera a la raza política un animal digno de extinción.Alfonsín se despidió en la noche del martes, aquejado por la neumonía y los implacables efectos del cáncer. Los restos del ex presidente fueron velados ayer por miles de personas en el Salón Azul del Senado, mientras que hoy se celebrará el funeral en el cementerio de Recoleta.La figura de Alfonsín está asociada a la historia institucional de la Argentina reciente. Su llegada al Gobierno, en el año 1983, marcó el regreso a la democracia en Argentina tras siete años de régimen militar como consecuencia de la dictadura. Pocos días después de asumir el cargo, el mandatario radical sancionó dos decretos ordenando el juicio de las juntas militares y los grupos guerrilleros responsables de la violencia durante la «Guerra Sucia», que tuvo lugar entre los años 1976 y 1983.Pero el mandato de Alfonsín estuvo marcado por las presiones militares y económicas, lo que obligó a su Gobierno a hacer concesiones como la Ley de Obediencia Debida, que exoneraba a quienes ostentaban cargos menores en la dictadura. Finamente, la difícil coyuntura económica, con hiperinflación, la viciada herencia financiera que le dejó la dictadura militar y las 13 huelgas salvajes emprendidas por los sindicatos peronistas acabaron tumbando su Gobierno. En medio de una ola de saqueos generalizados, Alfonsín anunció el adelanto de las elecciones en mayo del año 1989. Cuando faltaban siete meses para el fin de su gestión, entregó el poder al peronista Menem.

Funeral con honores de EstadoLos restos del ex presidente argentino Raúl Alfonsín serán despedidos «con honores» este jueves durante un funeral de Estado en el cementerio del barrio porteño de la Recoleta, al que se espera una masiva asistencia. El acto oficial y la misa se desarrollarán por la mañana en el Parlamento, donde los restos de Alfonsín fueron velados ayer por una multitud de personas que aguardan largas horas para entrar a la capilla ardiente. Los restos serán trasladados luego desde la sede del Parlamento en una cureña transportada por un jeep militar y escoltada por el Regimiento de Granaderos a Caballo, hasta llegar al cementerio, donde se desarrollará el funeral de Estado «con todos los honores», la misma distinción que se le otorga en la nación a un mandatario en funciones. Así lo dispuso la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien se encuentra en Londres para participar de la cumbre del G-20, según informa Efe. En el funeral se espera la presencia de altos funcionarios, delegaciones de otros países y no se descarta la presencia de ex presidentes argentinos.