Nueva York
«No estamos en guerra con el Islam»
Tras los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York en 2001, las relaciones entre EE UU y el Islam quedaron tocadas. En los últimos años, los esfuerzos de la primera potencia mundial para reconducir la situación han sido tan irregulares como infructuosos. El 44º presidente norteamericano, Barack Husein Obama, inició ayer un viaje oficial a Turquía para llevar un mensaje de conciliación hacia la comunidad musulmana. «Dejadme ser lo más claro que pueda: EE UU no está, ni estará nunca, en guerra con el Islam», destacó durante su intervención en la Asamblea Nacional en Ankara, en el marco de su primera visita como comandante en jefe en un país de mayoría musulmana. «EE UU se ha enriquecido por la comunidad islámica. Muchos otros americanos tienen familia musulmana o han vivido en un país de mayoría musulmana. Lo sé porque yo soy uno de ellos», subrayó Obama para luego expresar su deseo de que «cuando se mire de nuevo este tiempo, se pueda decir que los americanos extendieron la mano de la amistad». Barack Obama insisitó en que «la relación de EE UU con el mundo islámico no se puede fundamentar en su oposición a Al Qaida». El presidente afroamericano cambió el tono para sonar más contundente cuando se refirió a la amenaza del terrorismo internacional. «No hay ninguna excusa para utilizar el terrorismo contra una nación», sostuvo Obama, que mostró su apoyo a Turquía en su lucha contra los terroristas del PKK en el norte de Irak. También repasó otros asuntos clave de la agenda internacional, como el conflicto isarelo-palestino. «EE UU respalda intensamente la solución de los dos estados, que vivan a cada lado en paz y en seguridad» ,y conminó a las partes a aceptar la «Hoja de la Ruta» de de la cumbre de Annapolis en 2007. Guardó una mención especial para Irán y su programa de enriquecimiento de uranio. Obama ofreció la integración de Teherán en la comunidad internacional si contribuye a la estabilidad de la región. «Los líderes iraníes deben elegir si quieren contruir una bomba o si quieren construir un mejor futuro para su pueblo», exclamó. Turquía y su rol como puente de unión entre distintas culturas ocupó parte del discurso. Obama volvió a defender la integración del país a la Unión Europea a pesar del recordatorio lanzado por la canciller alemana Angela Merkel de que se trata de un asunto que compete a Europa en exclusiva. «Turquía es un aliado clave. Turquía es una parte importante de Europa», dijo. El presidente norteamericano que inició su visita oficial ofreciendo una corona de flores a la tumba del fundador del estado turco secular, Mustafa Kemal Ataturk, evocó «la grandeza» de Turquía por ser un lugar de encuentro. «No es donde Occidente y Oriente se dividen, es donde se encuentran», remachó. Hizo también referencia a la disputa histórica entre Turquía y Armenia a raíz de la matanza del imperio Otomano en 1915 y reclamó una normalización de las relaciones. El presidente se entrevistó con su homólogo y el primer ministro, Abdullah Gul y Tayipp Erdogan, respectivamente.
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