Comunidad de Madrid
Plato&Placer el único restaurante cero CO2
Cuando una empresa realiza una actividad de bajo impacto ambiental o pertenece a un sector no sujeto a la regulación de emisiones, sus gestores pueden optar por dar un buen servicio a sus clientes y asegurarse de que la cuenta de resultados sea positiva y punto. Es una posibilidad. Otra es ir más allá. Por ejemplo, compensando los impactos ambientales derivados de su actividad. Justo lo que han hecho los dueños del restaurante madrileño Plato&Placer, Juan Carlos Bajo y Miguel Ángel de la Cruz. Abrieron hace tres años y desde el primer momento decidieron que su negocio fuera sostenible. Hoy están convencidos de que el suyo es «el único restaurante que ha desarrollado un proyecto pionero a nivel mundial cuantificando las emisiones de gases efecto invernadero que nuestro negocio produce y convertirnos así en el primer restaurante y micropyme española con un efecto nulo sobre el calentamiento global, compensando nuestras emisiones con el apoyo a un proyecto de conservación de selva virgen en Madagascar», explica Juan Carlos Bajo. «Queríamos demostrar que una pyme puede hacerlo, que no es algo que esté sólo al alcance de las grandes o que deban únicamente hacer ellas. Además de que no sólo no cuesta dinero, sino que beneficia a la cuenta de resultados», destaca Bajo. Estaba claro que el ámbito en el que podían incidir es en el de la energía. Para calcular sus emisiones reunieron toda la información sobre sus consumos energéticos directos e indirectos, «como los necesarios para hacer el papel de secarse las manos, o los desplazamientos de nuestros proveedores y clientes. Y sumamos después las emisiones que cada uno de ellos genera». Para calcular los datos de los clientes, tiraron de imaginación: «nos basamos en los hábitos de desplazamiento en la Comunidad de Madrid indicados en el Informe sobre Movilidad Ciudadana. Lógicamente en este apartado los datos son estimados, pero sí que nos sirven para tener un indicador de cara a la compensación». La conclusión es que el restaurante Plato&Placer genera 127.529 kilos de dióxido de carbono (CO2) al año. Con este dato ya claro contactaron con la Plataforma CeroCO2 para buscar un proyecto de compensación de emisiones en el que implicarse, el de Madagascar. Ahora ya tienen su memoria de emisiones lista para que la puedan ver sus casi 30.000 clientes anuales, «un público al que podemos hacer ver la diferencia entre una manera de hacer negocios y otra», explica Juan Carlos Bajo.
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