País Vasco
Primer desplante del PNV al nuevo lendakari
VITORIA- El mal perder de los peneuvistas se materializó ayer en la Casa de Juntas de Guernica. Ni un solo aplauso en ningún momento de la toma de posesión de su nuevo lendakari. «Es una cuestión de educación», se quejaba ayer el líder de los populares vascos, Antonio Basagoiti. Es más, denunciaba que a Patxi López se le pretende tratar como a «a un okupa que ha entrado por la ventana y se hace dueño de la casa». La gran diferencia para Basagoiti es que el PP y el PSE han mostrado siempre su respeto a todos los lendakaris. Patxi López asumió ayer su cargo sobre un ejemplar del Estatuto de Guernica fabricado expresamente para él y no sobre la Biblia, y echando mano de un poema en euskera de Kirmen Uribe, titulado «Maiatzan» y otro en castellano, «Nada es dos veces» de Wislawa Szymboreka. «Verás que la paz se fragua. Aunque seamos distintos. Cual son dos gotas de agua», fue la estrofa con la que López resumió sus sentimientos en un momento tan importante para la historia del País Vasco. «No es tiempo de discursos, que tienen otro tiempo y otro lugar», avisaba antes de leer el poema. Fue la ceremonia de las palabras plenas, no exentas de doble lectura. «De pie en tierra vasca, bajo el árbol de Guernica, ante vosotros, representantes de la ciudadanía, en recuerdo de los antepasados, desde el respeto a la Ley, con lealtad a la Corona y al Estatuto de Guernica prometo desempeñar fielmente mi cargo». Con estas frases López se estrenaba de manera oficial como el primer dirigente no nacionalista en Euskadi en las últimas tres décadas. El jefe de Gobierno saliente, Juan José Ibarretxe, le entregaba poco después la «makila» (vara de mando) entre aplausos. Los menos, como siempre, mostraban su indiferencia. Lo mismo sucedió al repetir el juramento en el exterior, bajo el Árbol de Guernica, una tradición que impuso el lendakari José Antonio Agirre en 1936. López contó con el apoyo de casi todos y recibió la enhorabuena de casi todos, siempre arropado por su esposa,Begoña Gil. Además asistieron, por primera vez, representantes de asociaciones de víctimas del terrorismo. Maite Pagazaurtundua expresaba, emocionada, su deseo de que sea «un factor más para ayudar a eliminar el fanatismo». Entre los representantes del Gobierno central estuvieron los vicepresidentes, María Teresa Fernández de la Vega y Manuel Chaves. Junto a ellos, los anteriores lendakaris Jose Antonio Ardanza y Carlos Garaikoetxea.
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