Rajoy exige a Zapatero que sea serio y austero para sacar a España de la crisis

Castellón- Mariano Rajoy paseó ayer por las calles de Castellón aclamado por los ciudadanos que, sorprendidos, veían pasar la comitiva popular. Acompañado por el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps y el alcalde de la ciudad, Alberto Fabra, llegó a un auditorio entregado. Ante un millar de personas, el presidente de los populares insistió en que es posible salir de la crisis pero es necesario «austeridad» y «seriedad», virtudes de las que carece el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Acusó a los socialistas de jugar con el bienestar de las personas y de aplicar medidas inútiles como la de la eliminación de la desgravación de la vivienda con la que «Zapatero amenaza a la gente para que se compre ahora un piso, pero si no lo hace es porque está en el paro o los bancos no le dan el crédito».La ayuda a las pymes centró de nuevo buena parte de su discurso puesto que son estas empresas las que sustentan el 80 por ciento de la economía española.Pero no fue las soluciones a la crisis económica lo que puso el pie al auditorio sino la crítica que realizó sobre la ley del aborto. Criticó que Zapatero acusara a los padres de las niñas de 16 de interferir en su vida cuando se encuentran ante una situación tan difícil como un embarazo no deseado y lo que necesitan es «el cariño de sus padres».En clave valenciana, Rajoy defendió una vez más la necesidad que la Comunidad tiene de recibir agua y se comprometió a presionar en Europa para conseguir que la ejecución del Corredor Mediterráneo desde Almería hasta Cataluña. Aseguró que los populares no se cansarán de defender en Europa los intereses de los españoles y que no hablarán mal de la Comunitat «como han hecho los socialistas», en clara referencia al último informe que volvía a reprochar el modelo urbanístico español en general y el valenciano en particular.El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, recordó a los castellonenses que Zapatero todavía no ha pisado las calles de la ciudady que frente a la política de insultos de los socialistas, los populares se dedican a trabajar por todos los españoles. El tiempo –la comitiva llegó al mitin casi con una hora de retraso– impidió a Fabra realizar el discurso que tenía preparado y se limitó a dar las gracias a todos.