Espanyol

Relevo generacional

La Razón
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En esta jornada han brillado algunos de los nuevos árbitros, que hasta ahora habían pasado inadvertidos. Paradas Romero y Ontanaya López tuvieron una actuación destacada, por lo que el relevo generacional está asegurado.

q Levante-R. Madrid. Fernández Borbalán no atendió las demandas de penalti de Raúl al entender que Courtois sacó con la mano sobre la línea un remate. No fue, ya que el balón le golpea en el estomago. Acertó al señalar penalti de Serrano, que toca el balón con el brazo dentro del área.

q Barcelona-Murcia. Clos Gómez no tuvo ninguna dificultad y la única que tuvo la solventó bien al no sancionar penalti en una caída de Etoo tras disputar con Notario la posesión del balón, sin mediar acción punible.

q Betis-Getafe. Lizondo erró al sancionar pena máxima tras una mano totalmente involuntaria de Somoza.

q Zaragoza-Mallorca. Turienzo acertó al dar validez al primer gol marcado por Diego Milito, aunque le solicitaron falta previa de Sergio García al guardameta al quitarle el balón de las manos, ya que no hubo nada. También acertó al no sancionar con penalti una caída de Güiza ante la salida de César a atajar el balón, sin mediar falta alguna.

q Villarreal-Dépor. Paradas Romero realizó un buen partido, con mucha autoridad. Sancionó tres penaltis, y acertó en todos ellos. Apreció correctamente cómo Josemi desplaza a Pablo Amo en un balón centrado sobre el área, repitió acierto al sancionar penalti por unas claras manos de Adrián, que corta de forma intencionada el lanzamiento de una falta de Nihat. Y terminó su buen papel en el tercer penalti por empujón de Pablo Amo a Tomasson cuando ya le había rebasado.

q Almería-Espanyol. González Vázquez acertó al anular un gol a Negredo, que controla con la mano un centro de Soriano. Igualmente estuvo correcto al no sancionar penalti tras caer Negredo al disputar el balón con un defensor que se le adelanta. No atendió las peticiones de Tamudo de penalti en dos ocasiones, y acertó ya que en ambas busca el contacto con su marcador para dejarse caer.